Masaje del bálano

Una de las partes más sensibles del pene es el glande. El glande es la parte superior del pene, su cabeza, comúnmente la parte más abultada del mismo. Llamada también bálano o balano, el glande suele tener usualmente forma de cono o punta de flecha. En ocasiones, el glande tiene forma semiesférica y acostumbra a ser de color rosado, rojizo o violáceo.

El glande está normalmente protegido por el prepucio, una pielecita que protege al glande del contacto con el exterior. El prepucio se retira hacia atrás cuando se mantienen relaciones sexuales. Si el prepucio no se retira hacia atrás es porque se padece fimosis. En ese caso, el hombre debe ser circuncidado. Al ser circuncidado, el glande queda al aire.

La estimulación del glande resulta muy placentera para el hombre y en un masaje de pene la estimulación del bálano adquiere un protagonismo especial. En este artículo de Eromasaje.com queremos darte una serie de consejos para que sepas realizar correctamente un excitante y efectivo masaje de glande bien sea con los dedos, bien con la lengua y la boca, bien mediante la mano.

Estimulación del glande con los dedos

Para estimular y masajear el glande se necesita poca cosa. Basta, a veces, con las yemas de los dedos. Tocar suavemente el glande y presionarlo de manera intermitente al tiempo que se realizan pequeños movimientos circulares en la base del mismo puede resultar especialmente “enloquecedor” para la persona que recibe el masaje.

Al estimular el glande de esta manera hay que tener mucho cuidado con sus partes más sensibles. Dentro de la sensibilidad especial del glande hay una zona del mismo que resulta más sensible que el resto. Esa zona es el frenillo, es decir, esa pequeña pielecita que une el glande al prepucio. Al estimular esa zona, al igual que al tocar en la zona de la uretra, hay que extremar las precauciones y la suavidad. Si no se tiene cuidado, se pueden dañar las mismas.

Para incrementar la suavidad del masaje del glande deberá utilizarse lubricante. Ello hará que los dedos se deslicen mejor sobre el glande y éste resulte más suavemente estimulado.

Estimulación del glande con las manos

El masaje del glande puede formar parte, también, de una práctica masturbatoria. Realizar movimientos circulares con la palma de la mano sobre él puede resultar muy excitante, en especial si dicha palma está convenientemente lubricada con un lubricante o con un aceite de masaje.

Masturbar el glande realizando el típico movimiento masturbador de mover la mano hacia arriba y hacia abajo con suavidad puede, también, ser una buena manera de estimular el glande.

El glande también puede ser estimulado frotando contra él las nalgas, el vientre, los pechos, los muslos e, incluso, los pies. Quienes dominen la técnica del foodjob o masturbación con los pies puede servirse de ellos para realizar un efectivo masaje de glande. Este tipo de estimulación resultará muy placentera sobre todo para todos aquellos hombres que, en un mayor o menor grado, se reconozcan fetichistas de los pies.

Una forma de estimular y masajear el glande es el docking. El docking es una práctica sexual que sólo puede practicarse entre dos hombres para que ambos estimulen sus glandes mutuamente. ¿En qué consiste? Uno de los hombres retira su prepucio y el otro le cubre el glande con el suyo. Tras fijar los glandes, ambos se acarician mutuamente al retirarse la piel.

Masaje del glande con lengua y boca

La lengua es, sin duda, el mejor órgano para estimular el glande. Bien ensalivada, la lengua, actuando sobre el glande, puede llevar al hombre al delirio.

Para estimular el glande con la lengua éste debe ser considerado una especie de caramelo. Hay que saborearlo lentamente y, sobre todo, hay que evitar el rozarlo con los dientes. Los movimientos hacia arriba y hacia abajo, así como los circulitos dibujados especialmente alrededor de la zona del frenillo pueden resultar muy excitantes.

Si a la estimulación o masaje del glande con la lengua se une la acción que pueda realizar la boca, la acción estimuladora se vuelve más efectiva y el placer experimentado por el hombre mucho más intenso. La felación, no en vano, es una de las prácticas eróticas más valoradas por el hombre. Masturbar con la boca solamente el glande y realizar con ella el movimiento de émbolo a lo largo del eje del pene sirviéndose al mismo tiempo de la lengua resultará muy placentero para el hombre.

Para que esta modalidad del masaje del glande resulte tan placentera para el hombre como para la mujer es necesario que aquél mantenga una correcta higiene de sus genitales en general y de su glande el particular. En el glande, sobre todo cuando es el de un pene no circuncidado, pueden quedar restos de tela de calzoncillo y restos de semen u orina. Esto puede hacer que el olor y, sobre todo, el sabor del mismo, pueda resultar desagradable para quien tiene que estimularlo con la lengua o la boca. Al utilizar el jabón para lavar el glande, el hombre debe tener en cuenta que hay jabones que pueden ser muy fuertes y que, al actuar sobre el glande, pueden irritarlo.