El color es una huella de la energía, y viene a nosotros a caballo de las ondas lumínicas. Igual que las notas musicales, cada sombra y cada color tienen su propia vibración. Somos seres de energía, así que nos hacemos irremediablemente eco del color de una manera muy personal y siempre en función de nuestra propia calidad vibrativa.

Importancia del color

Por este motivo que hemos expuesto el color puede ser, sin duda, una parte importante de tu experiencia tántrica. Lleva los colores que te atraen a tu espacio sagrado. Los colores ricos estimulan los chakras y resultan evocadores. Son ideales para despertar los sentidos. Entre estos colores tenemos el rojo borgoña, el naranja, el terracota, el violeta, el azafrán o el ocre. Estos colores crean una atmósfera espiritual muy propicia para la práctica del tantra.

Tú mejor que nadie puedes saber qué tipo de sentimientos te embargan cuando te sientes zambullido en un determinado color. Cierra los ojos e intenta imaginar un color. Seguramente ese color que imagines será el color con el que puedas sentirte más relajado y a gusto en tu espacio sagrado. Es el color que saca lo mejor de ti, el que te hace sentir vivo y especialmente sensual. Piensa después en otros colores y tonos que permitan mejorar la sensación de bienestar y el estado de ánimo. Intenta integrar todos esos colores en tu espacio. Sírvete para ello de pinturas, telas y flores.

Te mostraremos a continuación cómo los colores acostumbran a asociarse a algún tipo de sentimiento, experiencia o valor. Fíjate en las asociaciones que te comentamos y elige aquéllas que más te interesen para tu espacio sagrado.

  • El rojo se ha asociado tradicionalmente a la pasión, a la fuerza, a la energía. Él es el color del fuego, del amor, del sexo y la emoción. Si queremos representar algo cálido, ¿quién duda que escogeremos el rojo?
  • El amarillo, por su parte, es el color del sol, de la alegría y el optimismo. Con este color, al igual que con el naranja, podemos representar la felicidad y la energía. El naranja, además, también nos servirá para expresar el entusiasmo propio del espíritu lúdico.
  • El púrpura es un color de mayor enjundia. Es el color de lo creativo y es muy apropiado para simbolizar la sabiduría y la meditación.
  • Si lo que quieres expresar es la pureza, ya sabes, el blanco es el color que debe dominar en tu paleta decorativa. Él es también el color de la paz y la tranquilidad. Es el color de la iluminación por excelencia. La luz blanca contiene todos los colores. Si utilizas un prisma, verás cómo se divide en siete colores, los siete del arcoíris, los siete chakras. Cuando los chakras están vibrando en armonía, este efecto ocurre a la inversa: sus colores se mezclan para crear la hermosa y pura luz blanca de la iluminación.
  • No es de extrañar que el blanco sea considerado por muchos como el color de la pureza, la paz y la tranquilidad. Las hojas en blanco y negro en las habitaciones nos hacen sentir tranquilos y nos iluminan y guía hacia esa unión que cada uno de nosotros desea ardientemente. Incorporar los blancos en tu espacio te ayudará a crear una relajante sensación de descanso.

Iluminación sensual

Las velas tienen una cualidad mágica y esa cualidad es su capacidad de atraer una linda suavidad a la meditación tántrica. Las velas equivalen a la caricia de una pluma y son calmantes y suaves. Es más fácil relajarse en un ambiente iluminado por velas, la conciencia de uno mismo se evapora de manera más natural, la mirada suaviza los contornos de las cosas, se posa en ellas con más calma. El corazón se expande en el silencio. Este tipo de iluminación da un toque especial a la meditación tántrica y se diferencia siempre de la luz solar, que nos hace ser siempre más analíticos y conscientes.

Experimenta con la iluminación. El Tantra, en el fondo, no deja de ser eso: una experimentación continua.

Aromas

De acuerdo con las más antiguas enseñanzas tántricas hay que tener en cuenta que el olfato es el sentido que más se enciende durante la práctica del sexo y que hace que la energía y el placer sexual sean mayores. Por eso quizás en los antiguos rituales tántricos se empleaba tanto el incienso como todo tipo de aceites perfumados.

En los textos milenarios puedes encontrar referencias continuadas al sándalo, al almizcle, al aloe o al alcanfor. Estos son aromas asociados continuamente a la creación de ambiente y a la mejora de todo tipo de ritual, bien sea de carácter espiritual, bien de carácter sexual.

Idealmente, los olores que uses en tu espacio sagrado deberían ser naturales. Son perfectos para esta finalidad los aceites esenciales destilados a partir de elementos naturales como flores, hierbas, árboles o frutos conocidos por mejorar las prestaciones sexuales de quien los toma. Esos aceites esenciales pueden ayudar a transformar tu estado de ánimo, crear un clima propicio para el acto sexual y facilitar el acceso a tu ser espiritual.

Vale la pena invertir en un aceite de aromaterapia. Puedes mantener encendidas velas de té durante horas y agregar aceites aromáticos diferentes en los diversos momentos de tu amor. Estos aromas pueden ser elegidos y utilizados, según vuestro gusto, en los momentos álgidos de vuestra pasión y en los momentos más calmados. Cada uno de esos aceites contribuirá a hacer más intensa ambas experiencias, la de la pasión y la del remanso.

Eligiendo un aroma

Hay una seductora mezcla de aceites de aromaterapia que es ideal para practicar el acto sexual tántrico. Esa mezcla contiene neroli, rosa y jazmín. Embriagador y excitante aroma, aunque tú puedes crear tu propia mezcla. Ponte de acuerdo con tu pareja, elegid vuestros aromas preferidos y hablad de la atmósfera que deseáis crear con el aroma elegido.

Os daremos cuatro indicaciones básicas para que, dependiendo del tipo de atmósfera que deseéis crear, escojáis el aroma pertinente.

Si deseáis evocar un ambiente sensual y, al tiempo, calmar vuestra mente y permitirle entrar en estado de relax, escoged el sándalo.

Por su parte, el incienso y la madera de cedro os traerán la paz y la serenidad que quizás estéis buscando para alejaros del estrés de la vida cotidiana de nuestro tiempo.

Si lo que buscáis es llevar una oleada de calor tanto al corazón como al cuerpo, no lo dudéis. El jengibre, el benjuí y la pimienta negra deben ser vuestra elección.

Con el jazmín, por su parte, podréis encontrar un subidón de euforia. Es ideal, también, para activar y mejorar la sexualidad masculina. También sirve para aliviar las tensiones sexuales.

El de la rosa es un perfume fundamentalmente femenino. Un perfume que, según las tradiciones de la aromaterapia, es bueno para el amor, la curación y la seducción.

El neroli, por su parte, sirve para calmar las ansiedades. Si eres hombre, notarás cómo tu virilidad aumenta bajo sus efectos. Ese aumento también se produce con la fertilidad.