Preocupación por el medio ambiente

No es novedoso que dos fenómenos que se desarrollan de manera paralela acaben confluyendo. En la Historia podríamos encontrar más de un caso en todas las facetas del comportamiento y de la actividad humana. En los últimos tiempos, la preocupación ecológica ha ido arraigando en el pensamiento de gran parte de la Humanidad. En los últimos tiempos, también, los juguetes eróticos y toda la gama de productos destinadas al placer elaborados por la industria de lo sexual ha ido ganando adeptos entre hombres y mujeres. Esos dos fenómenos, el del aumento de la inquietud por el medio ambiente y el del incremento de la demanda (y, con ella, de la oferta) de juguetes eróticos, han confluido para, así, dar lugar a la aparición de un amplio abanico de juguetes eróticos ecológicos.

Cuando hablamos de juguetes eróticos ecológicos no estamos hablando, exactamente, de la posibilidad de utilizar determinados vegetales para tareas sexuales. Todos podemos imaginar las prestaciones de un calabacín o un pepino enfundados en un preservativo. No negamos que, en determinadas circunstancias, esa puede ser una rápida y excelente manera de improvisar un dildo, pero cuando hablamos de juguete erótico ecológico no hablamos de ese calabacín que una mujer puede utilizar para masturbarse o una pareja para introducir un toque agrario y desenfadado a sus juegos eróticos, sino que lo estamos haciendo más bien, y por poner un ejemplo, de la eliminación progresiva de los ftalatos en la elaboración de juguetes eróticos.

¿Qué son los ftalatos? Los ftalatos son una serie de componentes químicos que se utilizan con la finalidad de proporcionar flexibilidad al plástico. Los ftalatos fueron durante un tiempo un producto imprescindible para la industria del juguete erótico. Gracias a ellos, los dildos y vibradores se volvían más flexibles y adaptables a las características propias de cada vagina. Una directiva del Parlamento y del Consejo Europeos (concretamente la 2005/84/CE de 14 de diciembre de 2005) prohibió la utilización de seis tipos de ftalatos.

Hablar de juguetes eróticos ecológicos es hablar de un proceso de fabricación que renuncia de manera expresa a realizar tests con animales y que utiliza en la elaboración de sus productos materiales orgánicos.

Entre las marcas que han apostado por la fabricación de productos eróticos a partir de materias primas orgánicas encontramos, por ejemplo, Intimate Organics (que ha convertido el ecologismo y el cuidado del medio ambiente en el principio rector de su actividad industrial y económica), Brevia, Joydivision o Bijoux Indiscrets.

Juguetes para adultos ecológicos

La preocupación de las marcas citadas y de otras muchas han posibilitado que, en la actualidad, podamos disponer de un amplio catálogo de juguetes eróticos ecológicos. Prestemos atención, a continuación, a algunos de esos juguetes y a las materias primas que se utilizan para su fabricación.

  • El argán, el cáñamo o la guayaba son algunos de los ingredientes naturales que han venido a sustituir a la glicerina, los parabenos o los derivados del petróleo a la hora de elaborar lubricantes íntimos. Por realizarse, hasta se han llegado a realizar lubricantes de marihuana.
  • La madera de abeto, por ejemplo, se ha utilizado en Alemania para elaborar determinados juguetes eróticos.
  • Condones veganos realizados con la resina de algunos vegetales o con la corteza de árboles. Estos condones estarían llamados a sustituir a los condones tradicionales. Éstos últimos, elaborados con látex o poliuretano, suponen, aunque a simple vista no lo parezca, una importante amenaza contra el medio ambiente. Después de todo, tanto el poliuretano como el látex pueden tardar décadas en desintegrarse.
  • Entre los condones ecológicos podemos encontrar otro tipo de preservativos que, elaborados con piel o tripas de cordero, recuerdan momentos pretéritos de la historia del preservativo. En siglos pasados, cuando aún no se había descubierto el látex, los condones se elaboraban así: con tripas de animales.
  • Vibradores de cristal. El cristal es un material altamente ecológico. Es reciclable y es hipoalergénico. Además, como juguete erótico ofrece varias ventajas. Para empezar, no es poroso, lo que ayuda a eliminar el riesgo de infecciones. Es difícil que, con un buen lavado, puedan quedar gérmenes de tipo alguno adheridos a él. Además, es suave, lo que hace que su uso sea muy agradable y estimulante. Por otro lado, el cristal es un material idóneo para experimentar con la temperatura. Un dildo de cristal permite una estimulación “fría” o, lo que es mejor, una estimulación “caliente”.
  • Vibradores de cerámica. La cerámica, además de ser una materia prima natural, ofrece, a la hora de elaborar un juguete erótico, muchas de las ventajas que ofrece el cristal. Por eso los vibradores de cerámica son excelentes juguetes eróticos ecológicos.

En su preocupación por elaborar juguetes eróticos ecológicos, la industria del juguete erótico ha llegado a elaborar desde esposas hechas con materiales reciclables o vibradores que funcionan con energía solar o con luz artificial y que tienen tres horas de autonomía hasta copas menstruales. Éstas últimas, sin duda, no deben ser consideradas juguetes eróticos, pero su relación con la genitalidad femenina y, por tanto, con su sexualidad, es indudable. Y, sin duda, resultan mucho más ecológicas que las compresas o los tampones.

Si quieres colaborar activamente con el cuidado del medio ambiente y, además, disfrutar más y mejor de tu sexualidad, ya sabes lo que tienes que hacer: cuando escojas un juguete sexual, escoge un juguete erótico ecológico. Como ves, el mercado te ofrece muchas posibilidades de gozo.