El vínculo sagrado

El Tantra te invita a ver tu relación con otros ojos. Gracias a destinar parte de tu tiempo, tu energía y tu pasión a la persona más importante en tu vida, podrás gozar de una experiencia llena de alegría, aventura e intimidad. La unión sexual es un acto que va más allá de lo físico. La unión sexual es un acto sagrado y divino y, como tal, puede ayudarte a conectar con un estado de karma cósmico en el que el placer y el bienestar te llenen por completo.

Shiva y Shakti

La divina relación tántrica se basa en el modelo establecido por Shiva y Shakti. Ésta, según se cree , fue la primera pareja que introdujo el Tantra en su relación. Su pasión, su sabiduría y profunda conexión creativa propiciadas por la meditación permitieron una íntima comunicación y una pasión amorosa que se ha vuelto mítica y legendaria.

En Shiva y Shakti se reconocen unas cualidades divinas y una serie de valores o principios de comportamiento que están asociados a cada uno de ellos. Así, mientras Shiva es fuerte, racional, vibrante, juguetón, potente y eminentemente activo; Shakti atesora más bien las cualidades que tradicionalmente se han asociado a la mujer. Es decir: Shakti es receptiva, amorosa, maternal, cuidadosa y muy compasiva.

Hace casi 5.000 años, Shiva y Shakti crearon y practicaron las primeras meditaciones tántricas. Éstas, que recibían el nombre de Vigyan Bhairav Tantra, estaban compuestas por una serie de 112 sutras (textos budistas). Estos sutras son plenamente actuales, se siguen practicando hoy en día y sirven para conseguir una mayor intimidad, una relajación profunda y una toma de conciencia del propio yo y del yo de la pareja, lo que, al final, redunda en la aceptación y puesta en práctica de nuevas técnicas durante el acto sexual. Muchos de esos sutras irán apareciendo por aquí. Aplicarlos a tu vida de pareja os enriquecerá.

Se ha escrito poco acerca de las vidas humanas de Shiva y Shakti, aunque existen teorías sobre esas vidas anteriores al momento en que uno y otra se convirtieron en inmortales dioses tántricos. Todas esas teorías coinciden en sugerir que ambos formaban una curiosa y creativa pareja. Al parecer, compartieron una insaciable sed de conocimiento espiritual y una vibrante y rica vida sexual. Las características principales de su relación, por lo que se ve, fueron el respeto mutuo, la creatividad y la pasión.

La divinidad masculina y femenina

Shiva y Shakti representan las diferentes calidades de la divinidad femenina y masculina. Que esas calidades estén ligadas comúnmente al sexo propio de la persona no quiere decir que tenga por qué ser exclusivamente así. Abrazar la verdadera naturaleza divina tiene un efecto poderoso sobre la relación y sobre la vida sexual. Si la fusión de dos personalidades diferentes se realiza de la manera adecuada, la conexión emocional y sexual entre las dos personas está garantizada.

Descubre esas cualidades femeninas y masculinas dentro de ti. La práctica tántrica puede ayudarte a expresar o a hacer aflorar esos elementos que son naturales, que forman parte de ti, y que pueden estar sepultados bajo la losa de tu vida cotidiana. En el Tantra, puedes dejar de lado el rol que desempeñas durante el día. Con el tiempo, es posible que seas capaz de desarrollar tu plena personalidad Shiva o Shakti en todas las áreas de tu vida y como quien dice a tiempo completo.

Una exquisita relación

Cuando Shiva y Shakti se unieron sexualmente, crearon una exquisita fricción y desarrollaron una gran energía erótica. Seguramente lo suyo fue el polvo del milenio. Esa fusión perfecta, portadora del gozo del orgasmo y enriquecedora de la vida, es nuestro objetivo. A eso debemos aspirar. Que el coito que tengamos con nuestra pareja no desmerezca al de Shiva y Shakti. Tenemos la ventaja de que ellos nos mostraron el camino al enseñarnos cómo las diferencias entre la divinidad femenina y la masculina son el punto de partida del reto de la fusión perfecta. Hay que disfrutar de esas diferencias en el seno de la pareja, ensamblar las personalidades y dejar que los cuerpos hablen su lenguaje.

Inversión de roles

Las mujeres también pueden incorporar los atributos que son típicos de Shiva, y viceversa. El Tantra reconoce el potencial de todos los aspectos de la humanidad dentro de nosotros, tanto masculinos como femeninos. Somos nosotros los que debemos comprender la magnitud de la existencia de esos potenciales y, lógicamente, intentar aprovecharlos buscando siempre, y en todo momento, la unión de los opuestos, ya que el camino tántrico de bienaventuranza se dirige hacia la unión y fusión de las fuerzas masculinas y femeninas.

Céntrate en conocer los elementos más sólidos de tu personalidad y la de tu pareja, utiliza los recursos que pone a tu alcance la meditación tántrica y descubrirás la misma pasión duradera que en su día conocieron Shiva y Shakti. Las viejas enseñanzas del taoísmo chino nos señalan cómo el ying y el yang están presentes en el universo. Uno y otro, con su tira y afloja particular, son los responsables del cambio y la energía. Lo mismo sucede en el seno de la pareja. De la unión de los opuestos nace esa energía que os llenará de vida.