Nacionalidades y prácticas sexuales

Hay misterios insondables que difícilmente podrán hallar respuesta. Uno de ellos es el de saber por qué determinadas prácticas sexuales tiene un determinado nombre. No nos referimos, claro, al caso de la postura del perrito. Si uno ha visto el coito de un perro y una perra sabrá perfectamente de dónde proviene el nombre de esa práctica erótica que tantos y tan acérrimos defensores tiene. Pero… ¿por qué un francés es un francés y una cubana es una cubana? ¿Tienen algo que ver las artes amatorias de las francesas como para que la felación, precisamente la felación, esa maravillosa práctica erótica en la que la mujer succiona, lame y chupa el pene de su pareja, haya adquirido como sinónimo el patronímico de los nacidos en Francia? ¿Fueron las mujeres de la mayor de las islas caribeñas las primeras en tomar el pene de sus amantes y frotarlo con sus tetas? ¿Por eso a esa práctica sexual que suele concluir con una más o menos espectacular eyaculación corporal se la llama cubana?

No hay respuesta. Y, si la hay, no la conocemos. Lo que sí conocemos es la mayor parte de las prácticas eróticas que han sido relacionadas con una nacionalidad en concreto. Estas nacionalidades son las siguientes:

  • Alemán. ¿Cómo? ¿Que no conoces la práctica erótica del alemán? Seguro que sí lo conoces. Y seguro que la has practicado en más de una ocasión, aunque le hayas dado otro nombre, el más habitual, el de “misionero”. El hombre colocado encima de la mujer. Una postura clásica que permite que hombre y mujer se puedan mirar y, por supuesto, besar apasionadamente. Practicando el alemán la mujer puede rodear al hombre con sus piernas y puede autoestimularse tocándose tanto los pechos como el clítoris. También puede, claro, estimular al hombre.
  • Cubana. Ya hemos hablado antes de ella. Es el coito intermamario, es decir, el que busca la eyaculación a base de masturbar al pene con los pechos.
  • Francés. El francés puede ser tanto de la mujer al hombre (la ya citada felación o mamada) o al revés (el famoso cunnilingus). La práctica erótica en la que la felación y el cunnilingus se realizan al mismo tiempo se conoce con el nombre de 69. El número es muy simbólico y muestra muy a las claras la postura que adaptan los cuerpos para darse placer mutuamente.
  • Griego. Quien practica el griego ha renunciado a la penetración vaginal para escoger el más estrecho conducto del ano como lugar idóneo en el que introducir el pene. Las prácticas homosexuales, bastante habituales, al parecer, y por motivos culturales, en la Grecia Clásica, han hecho muy probablemente que la práctica erótica de la sodomía haya recibido el nombre de “griego”.
  • Inglés. El sexo inglés es un sexo que se aleja de lo establecido y común para aventurarse por los caminos del BDSM. Cuando se practica el sexo inglés se está ejecutando una práctica erótica que es algo así como un juego de rol en el que una parte de la pareja es el dominante y la otra el dominado. Es fácil que, en esta práctica erótica, se recurra a la utilización de una serie de instrumentos entre los que podríamos encontrar la pala, el látigo o la vara. Dentro del sexo inglés también tienen cabida las vendas, las esposas y otros instrumentos, como las cuerdas, propios del bondage.
  • Italiano. No es demasiado habitual, pero existir existe. El sexo italiano es un poco extravagante desde nuestro punto de vista pero, lógicamente, respetamos el gusto de todos aquellos que sean amigos de practicarlo. El sexo italiano es, ni más ni menos, el coito axilar, esto es: el que se realiza cuando el pene se frota contra el hueco axilar de la pareja. ¿Extraño? No lo dudamos, pero seguro que alguno de vosotros lo ha realizado en alguna ocasión.
  • Ruso. El patronímico de la patria de Putin y de Tolstoi se aplica a la práctica del sexo interfemoral, es decir, aquél que tiene lugar cuando el hombre frota su pene entre los muslos de la otra persona.
  • Indio. Cuando hablamos de sexo practicado a la manera india deberíamos quitarnos el sombrero. No en vano, los indios son herederos de quienes surgió el más famoso manual erótico y amoroso de la Historia, el Kama Sutra. El indio no es una práctica sexual en concreto. El sexo indio acoge múltiples posturas. En concreto, tantas como seas capaz de experimentar. Por eso cuando hablamos de sexo indio nos estamos refiriendo a una indagación y a una experimentación continua.
  • Sueco. La práctica erótica que recibe el nombre de sueco se refiere, primordialmente, a aquella práctica erótica en la que los dos miembros de la pareja se masturban mutuamente.