Un instrumento para la meditación

De entre los múltiples símbolos que forman parte del Tantra hay uno que adquiere una importancia significativa: el yantra. Cuando hablamos de yantra estamos hablando de un diagrama que puede estar compuesto por una o varias figuras geométricas. La combinación de todas estas figuras produce una gran interacción energética. Por eso los yantras son utilizados como talismanes, amuletos y, fundamentalmente, como instrumentos para la meditación.

El yantra favorece la calma, la concentración y promueve el bienestar físico, psicológico y espiritual. Al elevar la conciencia, el yantra acerca al practicante a un grado superior de espiritualidad. Para ello es fundamental que el ojo sea atraído hacia el centro de una composición que en la inmensa mayoría de los casos es una composición simétrica.
En algunos rituales tántricos, el yantra es utilizado de forma terapéutica. Por eso se elaboran yantras específicos para cada enfermedad. La calidad de la concentración será, en cualquier caso, la principal responsable de la mayor o menor efectividad del yantra.

A cada uno de los yantra le corresponde un mantra. Para los practicantes del tantra, el yantra es el recipiente de la energía del mantra, por eso ambos instrumentos, yantra y mantra, se utilizan simultáneamente para potenciar la meditación y hacerla más efectivos los resultados de la misma.

El yantra, además, sirve para contener la energía de la divinidad y para conseguir que ésta se manifieste en aquel lugar en el que el mismo sea colocado.

Los yantras pueden ser dibujados en papel, tela o madera y pueden grabarse en diversos materiales. Uno de esos materiales puede ser el metal, que también sirve para diseñar un yantra en tres dimensiones. También se realizan yantras en tres dimensiones en barro o arena.

Las formas geométricas del yantra

El yantra es un cuadrado de contiene círculos, pétalos de oro y un bindu o punto. Cada una de las formas geométricas que participan en la formación del yantra posee una simbología particular.

Algunos de los yantras más importantes tienen forma triangular. Cuando el triángulo es isósceles, el yantra simboliza la armonía y el equilibrio; cuando su base está en la parte superior simboliza el agua y cuando la base del triángulo está en la parte inferior, el yantra simboliza el fuego.

El color del triángulo también determina su simbología. Un triángulo rojo de base superior, por ejemplo, se convierte en el yantra de la femineidad. Este yantra materializa a Shakti, el principio y matriz femenina del Cosmos. El triángulo blanco de base inferior, por su parte, simboliza a Shiva, el principio estático y masculino del universo. La superposición de estos dos triángulos, por su parte, indican la unión cósmica (una unión que, incluyéndola, va más allá de lo sexual) de Shiva y Shakti. Esa unión es lo que, en el fondo, persigue el sexo tántrico.

Todos los yantras tienen un punto en su centro (el bindu). Ese punto es el Todo. Alrededor de ese punto se estructura el yantra y es en ese preciso punto en el que se condensa la energía y se focaliza la atención, multiplicándose la fuerza mental y psíquica de quien, partiendo del yantra, practica la meditación tántrica.

El cuadrado, por su parte, simboliza el elemento tierra, lo estático, e incluye los cuatro puntos cardinales.

El círculo es la forma cósmica por excelencia y la flor de loto, el símbolo del yoni, el órgano genital femenino.

Ritual con el yantra

En sentido estricto, el yantra debe ser ritualizado para que la divinidad se instale en él. Ese ritual, para resultar verdaderamente efectivo, debe ser realizado por un sacerdote hindú. Sirviéndose del fuego y de una serie de instrumentos y ritos, el sacerdote hindú (purohita) instalará el aliento de vida en el yantra.

Una vez instalado el aliento de la divinidad en el yantra, éste puede ser adorado. Para ello se debe tomar un baño purificador. Una vez purificados por el baño, el yantra se colocará en nuestro altar tántrico, que deberá estar orientado hacia el Este, es decir, hacia el punto por el que sale el sol.

Colocado en el altar tántrico, ofreceremos al yantra incienso, una vela, flores, frutas, etc. y, colocadas las ofrendas, miraremos su bindu fijamente mientras recitamos el mantra asociado a este yantra. Este ritual nos permitirá alcanzar un mayor nivel de concentración y nos permitirá acceder a un mayor dominio de las técnicas tántricas.