Por el abrazo hasta el orgasmo

A estas alturas quien más quien menos ya sabe que la estimulación sexual previa al coito es fundamental para que éste se desarrolle de la manera más gozosa posible. Tan importante como el punto de llegada es el camino. O dicho de otro modo: tan importante como el orgasmo lo son todas las caricias dadas durante todo ese maravilloso y sugerente camino que ha conducido hasta él. Y quien dice caricias dice besos, lamidos, mordiscos, palabras susurradas al oído, cochinadas apenas entredichas y, por supuesto, abrazos.

Un abrazo bien dado puede encender la mecha de la lujuria. Que ésta estalle o no dejando a los cuerpos ardiendo de deseo enfrentados finalmente al momento anhelado de la penetración puede depender de la calidad de esos abrazos previos. Vatsyayana lo tenía bien presente cuando escribió su Kama Sutra y por eso describió y recomendó una serie de abrazos.

Al hablar de abrazos, Vatsyayana distingue entre cuatro tipos de abrazos según sea la manera de realizar el abrazo. Así, podríamos encontrar abrazos de contacto, abrazos de penetración, abrazos de frotamientos y abrazos de opresión.

De entre todos esos grupos de abrazos podemos distinguir el abrazo de la enredadera, el de la molienda, el de la leche y el agua o el del arroz y el sésamo.

El abrazo de la enredadera o Jataveshitaka

Lo mejor es reservar este abrazo para cuando ya se está completamente desnudo. Sólo así, sin la barrera más o menos molesta de una frontera de tela, los cuerpos podrán sentirse mutuamente y aumentar sus niveles de deseo hasta límites volcánicos.

Para realizar el abrazo de la enredadera el hombre y la mujer deberán de pie. Colocados así, la mujer abrazará al hombre envolviendo con sus brazos su cintura. Al mismo tiempo, enroscará una de sus piernas alrededor del muslo de su pareja. En cierto modo, esa pierna femenina que se enrosca alrededor de la masculina es una especie de enredadera, hiedra o vid que trepara por el tronco de un árbol.

Una vez situada así, la mujer colocará su mano detrás del cuello de su pareja, cogiéndole suavemente y acariciando su nuca mientras clava en él mirada dulce, amorosa y, al mismo tiempo, terriblemente sensual.

Sólo faltará en ese momento que la mujer incline levemente su cabeza para que su pareja pueda besarla a placer. Sin duda, ese beso, combinado con la maravillosa sensación derivada del contacto de los dos cuerpos, hará de este abrazo un magnífico preámbulo o hito en el camino hacia ese delirio orgásmico que espera a la pareja más allá de su camino de pequeños placeres.

El abrazo de la molienda

Este abrazo, pese a ser realizado cuando la pareja se encuentra vestida, es un abrazo muy excitante. ¿Por qué? Porque debe ser realizado, para que adquiera toda su picardía, en un lugar público. La posibilidad de ser contemplado por terceros inyecta un extra de excitación a vuestro abrazo.

Para realizar este abrazo la mujer debe envolver con sus manos la cintura del hombre, tirar de las caderas de él hacia ella, juntar las pelvis y realizar un movimiento de molienda. Este movimiento no puede ser realizado durante mucho tiempo. Si el movimiento se prolongara, el acto se convertiría en una especie de masturbación con la ropa puesta. Todos sabemos cómo suele terminar un acto masturbatorio. Por eso no aconsejamos prolongar este abrazo durante mucho tiempo. No es cuestión de mojar y ensuciar la ropa interior con ese líquido blanquecino y pegajoso que los penes suelen acabar escupiendo cuando son estimulados convenientemente.

Una manera de añadir intensidad a este abrazo de la molienda es buscar el apoyo de una pared. Con ella como contrafuerte, siempre podrá molerse con más rigor.

Abrazo de la leche y el agua o Kishraniraka

Este abrazo, muy propicio para momentos en los que la excitación ya es especialmente alta, es un abrazo ideal para ser realizado cuando hombre y mujer están desnudos. Para ser ejecutado, el hombre debe permanecer sentado (en una silla o al filo de la cama). Una vez sentado, es la mujer la que se sienta lentamente a horcajadas sobre el regazo de él. Sentada, la mujer envolverá con piernas y brazos el cuerpo de su pareja presionando sobre él como si deseara fundir su cuerpo con el de su pareja. Sentir el calor del cuerpo del otro es una sensación maravillosamente excitante para los amantes que se van acercando poco a poco al momento delicioso del orgasmo. De hecho, este abrazo es, en cierto modo, la antesala de la cópula.

Abrazo del arroz y el sésamo o Tila-Tandulaka

Este abrazo viene recogido en el Kama Sutra como un abrazo idóneo para ser realizado cuando ya el pico de excitación es muy alto. Cegados de pasión. Así debe estarse para realizar este abrazo.

¿Cómo se realiza? Tumbados sobre la cama, con brazos y piernas alrededor del cuerpo del otro, uno enredado en el otro, convertidos en una especie de rollo que se retuerce sobre sí mismo disfrutando de una maravillosa sensación de éxtasis total.

Este abrazo, que Vatsyayana, recomienda para momentos de máxima excitación puede ser también un abrazo muy divertido cuando la pareja está iniciando su precalentamiento amoroso. Después de todo, nunca está de más introducir un elemento lúdico en la relación. Y este abrazo lo es.