El amor creciente

El Tantra sustituye la tradicional idea de “enamoramiento” por la del “amor creciente”. Esto refleja su intención positiva y creativa, y permite que los cuerpos, mentes y corazones de la pareja se abran el uno al otro. Gracias al Tantra tú serás más intuitivo hacia tu pareja y serás capaz de anticiparte a sus deseos. Durante la meditación y durante el acto sexual experimentaréis un mayor placer que sólo es alcanzable si entre los dos miembros de la pareja se alcanza ese nivel de intimidad perfecta que sólo se consigue a través del Tantra.

El amor creciente te ayudará a mirar a tu pareja con nuevos ojos y agregará a tu relación un nuevo sentido de la aventura.

El Tantra te ayudará a ser más creativo con los demás y a edificar una relación amorosa en la que el hablar, la caricia y la meditación sean frecuentes y parte fundamental de esa relación. Podrás experimentar nuevas sensaciones con tu pareja y descubrir dentro de ti aspectos que seguramente desconocías y que podrás compartir con tu pareja. Busca nuevos descubrimientos en tu relación tántrica y ya verás cómo notas el fortalecimiento y crecimiento de vuestro amor.

Cuida tu cuerpo de amor

Esta meditación tántrica que vamos a enseñarte ahora puede servirte a ti y tu pareja para iros acostumbrando a compartir una experiencia tántrica, especialmente si uno de los dos o los dos sois nuevos en el Tantra. Ésta que os proponemos es una excelente manera de pensar en todos los buenos aspectos de vuestra relación y también para plantear, reconocer y encarar los problemas que podáis tener a raíz de iniciaros en el camino tántrico.

  • 1. Realizar el ritual namaste y, a continuación, sentaos o arrodillaos cómodamente el uno junto al otro.
  • 2. Colocar un objeto (prueba con un cojín o una silla) delante de ti. Este objeto que colocáis entre vosotros representará, en esta meditación, el cuerpo del amor de vuestra relación. Para embellecerlo, podéis colocar una flor delante de cada uno de vosotros, junto al objeto. Esto representará el cuerpo de amor de vuestra relación.
  • 3. Hablad por turnos y de manera directa a vuestro “cuerpo de amor”, a ese objeto que habéis colocado entre vosotros, de vuestra experiencia dentro de la relación, de cualquier duda que haya surgido últimamente, de vuestra pareja. Hablad de ella con esa tercera persona que es el “cuerpo de amor” que habéis creado entre los dos. Hablad de lo que os gusta de ella y también, con respeto y cariño, de lo que os molesta. Podéis hacer esto durante cinco minutos, alternándoos y, al mismo tiempo, alentando al otro a que hable. Es importante no interrumpir al otro mientras habla.
  • 4. Cuando hayáis acabado de hablar, coged la flor e imaginad que, al hacerlo, estáis vertiendo sobre ella vuestro ego y todas las creencias que limitan vuestra mente y coartan su vuelo y su capacidad de relajación. Para ello debes dejar de lado tus preocupaciones, liberarte de ellas, olvidarlas, y sentir la ligereza física que te proporciona esa liberación.
  • 5. Realiza un arco hacia abajo y pregunta a vuestro “cuerpo de amor” cuál es el camino de la sabiduría, qué ruta debéis tomar para alcanzarla. Si estás verdaderamente relajado y entregado al ritual que estás compartiendo con tu pareja, la respuesta se formará en tu mente casi sin darte cuenta. Confía en lo que sientas en ese momento y en la respuesta que se esté forjando en tu mente. Puede parecerte tonta, pero seguramente no lo será tanto como imaginas, y puede llegar cargada de una gran dosis de sabiduría y verdad.
  • 6. Siéntate y comparte con tu pareja, con sus susurro en el oído, los pensamientos que te han llegado, esa respuesta que se ha formado en tu mente.
  • 7.Abrazaos y realizad una vez más, y para finalizar esta meditación, el ritual namaste.