La unción bíblica, un precedente del aceite de masaje

Hay una palabra que puede encontrarse a menudo en la Biblia. Esa palabra es ungir. La unción, que no era otra cosa que el acto de embadurnar con aceite el cuerpo de una persona, era un acto eminentemente religioso y ligado a los actos de respeto. El Rey David, por ejemplo, fue ungido por el profeta Samuel. Las tradiciones hebraicas hacían también que, en algunos casos, los invitados fueran ungidos por los anfitriones como muestra de hospitalidad. Así fue ungido Jesucristo en casa del fariseo. También se usaba la unción con fines medicinales (se ponía aceite sobre las heridas) y en rituales funerarios. Existía la creencia, además, de que sobre los ungidos descendía el Espíritu Santo, que capacitaba de ese modo a la persona sobre la que descendía para realizar un designio sagrado.

Los antiguos judíos utilizaban aceite de oliva y otros aceites vegetales para ungir la piel de aquellas personas a las que deseaban honrar. En los últimos cinco mil años no se han descubierto mejores aceites de masaje que los aceites vegetales. Podemos exceptuar el aceite de maíz, ya que este aceite, menos denso y más ligero, no es una buena base para aplicar aromas.

El aceite de coco es excepcionalmente limpio e incoloro. Licuado, se convierte en una base prácticamente inodora y de una gran suavidad. El aceite de cártamo, por su parte, es menos costoso y más fácil de usar. Este aceite presenta una gran ventaja sobre el resto de aceites: no se solidifica tan fácilmente a bajas temperaturas.

El uso del aceite de masaje

El mejor modo de conservar un aceite es en una botella o en un recipiente de metal. Es importante que este recipiente tenga una base de una amplitud suficiente como para impedir que no pueda volcarse de manera sencilla. El recipiente, también, debe permitir que sea calentado, bien sea con velas, bien de alguna otra manera, para que el aceite de masaje adquiera una temperatura agradable y adecuada que aumente el placer que la persona que reciba el masaje experimentará cuando éste le sea realizado.

Un recipiente muy adecuado para poder aplicar el aceite de masaje evitando derrames accidentales es el bote de plástico con un pequeño agujero por el que sale el aceite. En este caso, sin embargo, hay que tener en cuenta que el aceite debe ser calentado antes. Si el bote es apto para el microondas, aquél puede calentarse, con el aceite en su interior, en éste. Lo fundamental, en cualquier caso, es que el aceite de masaje tenga la temperatura adecuada. Piensa en el efecto que sobre la piel y el cuerpo de la persona masajeada puede tener un chorro de aceite frío. Sin duda alguna, ese impacto de frío no es lo más idóneo para crear el ambiente adecuado para que el masaje cumpla su función.

Una vez el aceite de base esté caliente, perfúmalo con un extracto de esencia, un perfume o unas gotas de zumo de limón. Cada olor tiene sus características principales y sus influencias sobre el estado de ánimo. La Aromaterapia fundamenta todos sus saberes en la distinción de los diferentes efectos que cada aroma en particular tiene sobre el estado de ánimo y el bienestar de las personas. Por eso es importante que escojas bien el aroma que vas a dar a tu aceite de masaje. Una buena idea es proveerse de dos opciones para, con ellas, dar la opción de elegir a la persona que va a recibir el masaje.

Una vez escogido el aceite de masaje, coloca un poco sobre cada parte del cuerpo que va a ser masajeada. Ser aceitado es una deliciosa sensación para el cuerpo. Vierte después un poco de aceite en las manos y extiéndelo lentamente realizando movimientos circulares. Para realizar bien estos movimientos hay que utilizar la cantidad de aceite que permita que las manos se deslicen sin dificultad sobre el cuerpo de la persona. Si colocas demasiado aceite de masaje, éste goteará desde tus manos hasta el cuerpo de tu pareja. Esa sensación no tiene porqué ser agradable. Ponte, pues, la cantidad justa de aceite. Cuando tengas que masajear alguna zona con vello, utiliza un poco más de aceite de masaje.

Para limpiar el aceite una vez terminado el masaje, utiliza una toalla suave. Otra manera de eliminar el aceite que reste en el cuerpo una vez finalizado el masaje es utilizar friegas de alcohol. El uso del alcohol siempre implica una especie de sacudida para el cuerpo, pero hay personas que disfrutan de ese impacto. La mayoría, sin embargo, prefiere quedarse con el regusto cálido de la caricia del masaje recibido. Pregunta a tu pareja sobre sus preferencias antes de optar por una u otra cosa.