Beneficios de la masturbación

Por fortuna ya quedo atrás el tiempo en que a los hombres se les decía que la masturbación podía provocar ceguera o, entre otros y múltiples males, el debilitamiento de la médula espinal. La masturbación ya no es considerada hoy, excepto por algunos trasnochados, algo pecaminoso. Hoy, la masturbación, tanto masculina como femenina, es una práctica sexual socialmente aceptada y considerada como normal e, incluso, beneficiosa.

Entre los beneficios de la masturbación masculina podemos destacar los siguientes:

  • Ayuda a controlar la eyaculación precoz. Bien practicada, la masturbación puede ayudar a los hombres a durar más en la cama. Cuando hablamos de una masturbación bien practicada estamos hablando de una masturbación que no busca tanto la rápida eyaculación como el disfrutar de la misma durante toda su duración. En muchas ocasiones, de hecho, la eyaculación precoz es consecuencia de una errónea práctica masturbatoria. Por el contrario, una masturbación bien practicada nos sirve para conocer mejor nuestro cuerpo y sus reacciones y, por tanto, para mejorar nuestras prestaciones sexuales.
  • Previene el cáncer de próstata. Hay estudios que apuntan que aquellos hombres que han eyaculado más veces son menos propensos a enfermar de este tipo de cáncer que aquellos que han eyaculado en menos ocasiones.
  • Mejora la movilidad de los espermatozoides.
  • Reduce la congestión nasal.
  • Aumenta la inmunidad.
  • Ayuda a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad y sirve para mejorar el sueño, resultando útil para luchar contra el insomnio.
  • Mejora el estado de ánimo.

Conocidos ya los múltiples beneficios de la masturbación, ¿qué nos impide lanzarnos (si es que no lo hemos hecho ya) a disfrutar de dichos beneficios y del placer que siempre va asociado a la masturbación?

Sin duda, cada quien tiene su forma predilecta de masturbarse. Hay hombres que se masturban siempre del mismo modo y hombres que, más aventureros, imaginativos y experimentadores, intercalan formas distintas de masturbarse para, de ese modo, experimentar sensaciones diferentes.

La forma más habitual que tienen los hombres de masturbarse es ésa que se asocia con el gesto de tocar la zambomba. Pero ésta no es la única. El hombre puede masturbarse, por ejemplo, apoyando el pene sobre el estómago para, a continuación, deslizar sus dedos a lo largo del tronco del pene. El hombre puede masturbarse, sirviéndose de lubricante, acariciando reiteradamente su prepucio. O puede, también, centrar esas caricias, bien lubricadas, sobre su frenillo. El hombre puede masturbarse frotándose sobre las sábanas o masajeando su epidídimo, un punto que se halla en la base del pene, antes del escroto. El hombre puede, finalmente, masturbarse utilizando alguno de los múltiples masturbadores masculinos que existen en el mercado.

Masturbadores para él

La industria del juguete erótico, siempre centrada en crear productos que sirvan para enriquecer la vida sexual de hombres y mujeres, hace ya años que creó los masturbadores para él, juguetes eróticos que, de la manera más realística posible, tienden a imitar esas partes del cuerpo de la mujer que más le gusta penetrar al hombre.

Así, el hombre que desee utilizar un masturbador masculino para masturbarse podrá optar por encontrar simulaciones realísticas que, enlatadas o no, van a servirle para vivir la fantasía, mientras se masturba, de estar penetrando una vagina, un ano o una boca. Cada uno de estos tipos de masturbadores para él proporciona sensaciones diferentes. Así, el masturbador masculino con forma de ano proporcionará al pene una mayor sensación de estrechez y rozamiento que, por ejemplo, el masturbador con forma de boca.

Los masturbadores masculinos han sido creados con materiales suaves para, de ese modo, resultar más sensuales en el momento de la masturbación y proporcionar al usuario la sensación de estar realizando una verdadera penetración oral, vaginal o anal. Marcas como Tenga o Fleshlight han lanzado al mercado masturbadores masculinos muy valorados por los usuarios. Estos masturbadores, en algunos casos, permiten la regulación del nivel de succión. Para ello sólo tendrás que enroscar la tapa de la base. Al hacerlo incrementarás el nivel de succión y, con ello, la intensidad de las sensaciones experimentadas.

La industria del juguete erótico ha lanzado también al mercado masturbadores masculinos con vibración. Si optas por comprar un masturbador para él de este tipo, guárdalo siempre sin pilas. Las pilas, en ocasiones, pueden estropearse dentro del juguete erótico y dañar a éste.

Algunos de los masturbadores masculinos (los huevos Tenga, por ejemplo) son de un solo uso. Tras usarlos, pues, hay que lanzarlos a la basura. La mayoría de los masturbadores masculinos, sin embargo, sirven para ser utilizados más de una vez. Ello implica que, tras ser usados, deben ser correctamente limpiados. ¿Cómo? Lavándolos concienzudamente con agua tibia y jabón neutro antes y después de cada uso y dejándolos secar en lugares con poca humedad.

Los masturbadores masculinos deben ser utilizados siempre con lubricante. El lubricante íntimo, preferiblemente con base al agua, servirá para que el pene se deslice mejor y más fácilmente dentro del juguete, lo que servirá para intensificar las sensaciones experimentadas con éste.