Puntos sensibles de los genitales femeninos

Cuando ya creíamos saberlo todo sobre el placer femenino, cuando ya habíamos interiorizado todo lo que necesitábamos saber sobre cómo estimular a una mujer y qué zonas debíamos masajear para hacerles sentir placer y llevarlas poco a poco hasta el orgasmo, cuando conocíamos los misterios del clítoris y, sirviéndonos o no de algún juguete sexual especialmente diseñado para ello, habíamos alcanzado a localizar el famoso punto G, llegan los sexólogos y lanzan nuestro gozo a un pozo. No. No lo sabemos todo sobre la compleja y maravillosa sexualidad femenina. De golpe y porrazo, en el cuerpo de la mujer se empiezan a descubrir puntos de especial sensibilidad, lugares que, estimulados convenientemente, masajeados con arte, conducen a la mujer hacia un orgasmo de una intensidad especial.

¿Qué puntos de placer femenino son ésos? El Punto A, el Punto K y el Punto U. Veamos dónde se encuentra cada uno de ellos.

Punto A

El Punto A se encuentra en la pared vaginal, más atrás del Punto G, a medio camino entre él y el cuello del útero. Para estimular este punto de la anatomía femenina hay que acariciar con suavidad la pared vaginal anterior. Esa caricia debe realizarse con el dedo o los dedos colocados de forma arqueada y, presionando sobre esa zona, realizar un gesto con los dedos como si se estuviera diciendo “ven para aquí”. Este movimiento, que también sirve para estimular el punto G, debe realizarse un poco más hacia dentro.

Entre las posturas idóneas para estimular el Punto A hay tres que deberíamos destacar:

  • – Con la mujer colocada boca abajo y el hombre colocado detrás suyo.
  • – Con la mujer sentada en el borde de la cama y el hombre arrodillado delante.
  • – Con la mujer colocada en la postura del perrito.

Punto U

El Punto U, por su parte, es una parte muy sensible de los genitales de la mujer. Ubicado entre el clítoris y el inicio de la vagina, se conoce como Punto U la zona ubicada alrededor del orificio de salida de la uretra. En ese punto coinciden las glándulas uretrales y las glándulas de Skene. Hay sexólogos y sexólogas que opinan que la simple estimulación de este punto puede conducir a la mujer al orgasmo, pero la mayoría de ellos opina que el Punto U es sólo un potente estimulador del placer femenino. Es decir: que su estimulación ayuda a aumentar el placer pero no basta para alcanzar el orgasmo. Al decir de estos sexólogos, para alcanzarlo sería necesario combinar la estimulación del Punto U con otras estimulaciones.

Para estimular el Punto U puede optarse por varias opciones. La masturbación sería una de ellas. El sexo oral sería otra. El cunnilingus ofrece una magnífica oportunidad para, con movimientos laterales o circulares de la lengua, estimular el Punto U. El frotamiento con la barbilla mientras se realiza el cunnilingus también es un buen recurso para estimular esa zona tan sensible. La búsqueda de una postura erótica adecuada sería, finalmente, la tercera opción de que puede disponer una pareja para estimular el Punto U. ¿Cuáles de ellas serían las más adecuadas? La de la mujer sentada sobre el hombre con sus piernas rodeándole o la de la chica colocada sobre el chico y oscilando hacia delante y hacia atrás serían algunas de esas opciones.

Al estimular el punto U debemos contar con la existencia de una mayor lubricación. Eso es debido a que son precisamente las referidas glándulas de Skene las responsables de la eyaculación femenina. Esa lubricación más intensa se manifiesta en forma de un líquido de color blanquecino claro, casi transparente.

Punto K

Barbara Keesling, especialista en sexualidad femenina, afirma que la estimulación del llamado Punto K puede llegar a producir orgasmos muy intensos. Situado en la zona final de la vagina, en un espacio al que se conoce con el nombre de “paisaje misterioso”, el Punto K está casi junto al cuello del útero, es decir, en una zona de muy difícil acceso (para un pene estándar o mediano) a través de la penetración. La utilización de algún tipo de dildo sería, pues, necesaria para estimular esta zona.

Barbara Keesling descubrió este punto K y comunicó su ubicación en el libro The Super Sexual Orgasm. Relacionado directamente con el músculo pubococcígeo, el entrenamiento de estos músculos es fundamental para poder experimentar un orgasmo derivado de la estimulación del punto K.

Intentar descubrir estos nuevos puntos de placer de la sexualidad femenina puede ser un reto y una buena manera de introducir nuevos objetivos y nuevas fronteras en la relación sexual. Eso sí: no hay que desesperar en caso de no localizar esos puntos de sensibilidad tan especial o de no obtener los resultados esperados de su estimulación. Hay un gran número de sexólogos que, por ejemplo, rechazan las teorías de Keesling. Para ellos, el punto central del placer femenino y verdaderamente determinante a la hora de llevar a la mujer hasta el orgasmo es el clítoris. Y ése… ¿lo tienes localizado, verdad?