En el Tantra, la respiración es considerada como la herramienta más poderosa en nuestras manos para iniciar nuestra transformación. A una mejor respiración, una mejor capacidad sensitiva. Una respiración relajada y profunda permite que la persona se desactive de las preocupaciones y del estrés del día a día, llenándose, al mismo tiempo, de vitalidad.

La respiración, en el Tantra, es considerada la puerta de entrada a lo divino. Si respiras correctamente, la energía seguirá sus pasos y entrará en ti, llenándote entera. Lleno de vitalidad y energía, tus sentidos se volverán más perceptivos y el placer estará, así, más cerca de ti.

Por otro lado, a medida que adquieras conciencia de tu manera de respirar y de cómo ésta te afecta, obtendrás un mayor conocimiento de tu cuerpo. Gracias a ello te resultará más sencillo relajarte y tu nivel de autoconfianza subirá. Cuando tengas que enfrentarte a una situación vital en la que tus nervios se pongan a prueba, sabrás utilizar la respiración para calmarte, y lo harás de manera casi automática, pues el entrenamiento y el ejercicio habrán hecho que tengas interiorizado el modo de reaccionar ante una situación de angustia o estrés.

La relajación es fundamental para acceder a esos flujos sutiles de energía. Para hacerlo, es importante caminar o realizar ejercicio físico a diario. Todo ello, a la larga, te permitirá, también, mantener mejores relaciones sexuales.

Respiración y sexo

El Tantra anima a respirar profundamente para activar todas las áreas corporales. Cuando inhalamos estamos inundando el cuerpo con oxígeno fresco. Ese oxígeno que entra en nuestro cuerpo sirve para inyectar vitalidad a cada una de nuestras células y para hacernos sentirnos vivos y llenos de energía. Ésta es la puerta de entrada a ese espacio vital en el que es posible llegar a experimentar un orgasmo que afecte a todo el cuerpo, un orgasmo en el que todas las partes de nuestro cuerpo, y no sólo los genitales, disfruten de esa oleada de placer que el orgasmo trae consigo.

Respirando profundamente durante un masaje, durante una sesión de caricias o durante un encuentro sexual fomenta e intensifica los sentimientos de gozo y placer. La mala respiración o la respiración contenida hacen que tu placer no pueda desarrollarse con absoluta libertad. Es la correcta respiración la que permite dicha expansión y un placer sin igual.

La respiración adecuada hace que los chakras se despierten y giren de manera más activa. Cuando eso sucede, el cuerpo entero se llena de vitalidad. A su vez, eso conduce a una más activa, placentera y vibrante vida sexual.

El ejercicio que vamos a proponerte a continuación te servirá para activar tu cuerpo cuando tú lo desees. Si puedes practicarlo al aire libre, pues mejor que mejor. Qué duda cabe que el aire libre y sano es mucho mejor para este tipo de ejercicio que el más viciado e insano de los espacios cerrados.

  1. En primer lugar, siéntate, guarda silencio y concéntrate en tu respiración. Atiende a cómo el aire entra y sale de ti. Intenta seguir el recorrido de entrada y salida del aire dentro de tu cuerpo.
  2. Centra tu atención en tu estómago. Inhala y exhala con respiraciones largas y lentas mientras sigues concentrando tu atención en tu estómago. Imagina que, en cada exhalación, una parte de tus preocupaciones o de tu estrés se marcha a lomos del aire que expulsas de ti. Poco a poco sentirás cómo tus músculos se van aflojando. El relax, poco a poco, irá apoderándose de ti.
  3. Imagina que estás recibiendo un soplo de viento en tu chakra base. Concéntrate ahora en llevar el aire a tu segundo chakra. Cuando lleves un rato haciéndolo, vuelve a tu chackra base. Respira de esta manera, creando un bucle de energía entre el primer y el segundo chakra durante unos quince minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, regresa a tu respiración normal.

Respirar juntos

Respirar junto a tu pareja, de manera semejante y coordinada, es una de las prácticas habituales y comunes en muchas meditaciones tántricas. Esa coordinación al respirar puede contribuir a armonizar a la pareja. Respirando al unísono entramos en contacto con el otro y se establecen nuevos lazos de intimidad y de comunión.

Cuando respiráis juntos, los dos pasáis a ser uno. Y al haceros uno tomáis conciencia de los momentos que compartís acercándoos, así, a esa unión cósmica que es, finalmente, el objetivo fundamental de todos los amantes tántricos.

Antes y durante el acto sexual tántrico, es importante que tengáis presentes y practiquéis alguno de los ejercicios de respiración consciente que os vamos a proponer en este y en los siguientes posts. Cada uno de esos ejercicios están diseñados para ayudarte a que aprendas a controlar tu respiración, a relajarte, a desnudarte de tus preocupaciones, a que te llenes de oxígeno y energía, a que tus músculos se relajes y tus sentidos se intensifiquen. Gracias a estos ejercicios te sentirán mental y físicamente más despierto y sensitivo durante el acto sexual.

Esa respiración tántrica tendrá, también, efectos sobre tu orgasmo. El respirar profundamente puede estimular una fuerte carga sexual, lo que redundará positivamente en el potencial orgásmico de tu cuerpo. El aliento y la respiración son claves para controlar y posponer la llegada del orgasmo. En algunos ejercicios de respiración se sugiere o pide que se tense el cuerpo mientras se sostiene la respiración. Finalmente, cuando ese aire contenido se deja salir, el cuerpo experimenta una sensación de liberación. Con el orgasmo sucede algo semejante. Si aprendemos a contenerlo, una vez que nos dejemos ir experimentaremos un placer duplicado.