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masaje sensual

El masaje craneal

No estamos acostumbrados a pensar en la cabeza como un lugar destinado a experimentar placer físico. Cuando empleamos expresiones como “usa tu cabeza” nos referimos fundamentalmente a la acción de pensar o meditar. Pero la cabeza puede ser también usada en términos exclusivamente sensuales. Siendo una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo, la cabeza puede convertirse en fuente de sensaciones puramente sensitivas muy gratificantes.

Los trazos del masaje abdominal

Entre los beneficios del masaje abdominal hay que señalar la estimulación de los órganos internos y su consiguiente mejora funcional, su actuación contra los dolores abdominales derivados de situaciones de estrés o angustia, el fortalecimiento de los músculos abdominales, la mejora del tránsito intestinal y la estimulación de los sistemas digestivo, cardiovascular y linfático. Para conseguir todas estas mejoras, sin embargo, es necesario realizar los trazos del masaje abdominal de una manera correcta.

El espacio de masaje

Antes de comenzar un masaje es importante preparar el lugar en el que el masaje va a realizarse. El espacio del masaje debe ser un lugar relajante que ayude a potenciar la función relajante que debe tener todo masaje. Una mesa de masaje es, también, fundamental para que éste se desarrolle en las condiciones óptimas. El gusto de cada cual influye en la elección tanto del espacio del masaje como de la mesa en la que se efectúa el mismo.

Baño y masaje ceremonial

Una de las mejores maneras de honrar a tu pareja es mediante la realización de un masaje ceremonial en el baño. Este antiguo ritual hace que a tus entrañas llegue un soplo de satisfacción y paz. Bañarse junto a la persona que amamos es un acto humilde y sagrado.

Los placeres de la ducha erótica

Hasta ahora has compartido muchos momentos de exploración sensual y erótica del cuerpo de tu pareja y del tuyo propio gracias a la realización de caricias y masajes. La mejora de tu capacidad de respiración consciente debe haberse convertido en algo fácilmente comprobable. Esa mejora se hará especialmente patente en la ducha, cuando el agua caiga sobre vuestras cabezas. Una ducha y un poco de jabón bastarán para haceros sentir muy bien.

Técnicas para prolongar la excitación

La mayor parte de las parejas desean por encima de todo prologar y aumentar en la medida de lo posible la excitación que se produce en la realización de los masajes eróticos y amorosos. Acabar pronto los mismos por la llegada intempestiva del orgasmo deja en la boca un regusto a fracaso. Los hombres buscan prolongar su excitación para, así, poder proporcionar a la mujer el mayor placer posible.

El masaje genital masculino

Una vez que hayas masajeado durante treinta minutos o más el cuerpo de tu pareja, pregúntale si puedes masajear sus genitales. La petición de permiso es una muestra de respeto y, al mismo tiempo, una fuente de confianza y seguridad. Dile que se concentre en sus sensaciones y que respire profundamente. Que se olvide de toda acción y se entregue al placer.

El masaje genital para ella (II)

Tras haber masajeado el clítoris y la vulva de tu pareja, ha llegado el momento de masajear su vagina. Este masaje erótico servirá para que conozcas mucho mejor su cuerpo y su respuesta a tus estimulaciones más íntimas.

El masaje genital para ella

Es probable que la idea de recibir un masaje genital por parte de tu pareja pueda resultarte sorprendente e inquietante. Porque ofrecer un masaje genital no es ofrecer una relación de sexo completo. Las caricias pre-coitales son una cosa y el masaje genital como camino y fin son otra, aunque unas y otro puedan compartir un tipo de tocamiento determinado.

Sobre la masturbación masculina y compartida

Hay mensajes que triunfan y acaban complicándonos la vida. Por ejemplo: el mensaje que ha calado hondo en el cerebro de los hombres y que les dice que deben centrarse principalmente en el placer del cuerpo de su pareja. Ha calado tanto que, hasta cierto punto, el hombre se ha olvidado de disfrutar de las sensaciones de su propio cuerpo.

El auto-masaje erótico

Pregúntate quién fue tu primer amante. Si eres absolutamente sincero, lo más normal es que contestes que tú mismo fuiste tu primer amante. Tú mismo descubriste tus genitales. De hecho, el acto sexual más prevalente es la masturbación.