Un estudio publicado por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) lo demuestra: los jóvenes de entre 16 y 25 años tienen una fuente primera de información sobre sexualidad y esa primera fuente es internet. Es decir: muchos de los jóvenes de nuestra sociedad descubren lo que es el sexo y las diferentes prácticas sexuales a través de las páginas de porno en streaming. Esto, claro, es todo lo contrario a tener una buena educación sexual, pues el porno (y eso debe quedar claro en la mente de todos) es simplemente una ficción cinematográfica.

¿Cómo se puede compensar ese aluvión de mala información sobre lo que es el sexo que lo jóvenes reciben a través del porno? De un único modo: potenciando desde edades muy tempranas una buena educación sexual. Y ésa es precisamente la tarea en la que se ha embarcado la Generalitat de Catalunya al anunciar que está dispuesta a impulsar la educación afectivo-sexual en los planes de estudio de las escuelas públicas y concertadas para estudiantes desde P3 hasta cuarto de la ESO.

Fue a principios de este mes de octubre que ahora finaliza cuando el consejero de Educación de la Generalitat, Josep Bargalló, anunció que, en un período máximo de tres años, todos los centros públicos catalanes financiados con fondos del gobierno autónoma catalán tendrán integrada en sus planes de estudio la educación afectivo-sexual. Según los planes del gobierno catalán, esta materia será de obligado cumplimiento y deberá impartirse, de manera transversal, en varias asignaturas.

En la actualidad, tres son las comunidades autónomas españolas que, de una manera u otra, trabajan en sus aulas la educación afectivo-sexual. Esas tres comunidades que incluyen la educación afectivo-sexual en sus planes de estudio son la Comunitat Valenciana, Navarra y Aragón. Estas tres comunidades, sin embargo, trabajan esta materia, de manera reglada, solamente en secundaria.

El programa de estudios diseñado por la Generalitat de Catalunya para impartir la materia de educación afectivo-sexual se basa en programas que ya se aplican en países del norte de Europa como Dinamarca o Finlandia. En dichos países, la educación afectivo-sexual no es una materia que se imparte durante unas determinadas horas a la semana, sino que será una materia interdisciplinar, integrándose tanto en horario de clase como en actividades extraescolares.

Dado que el margen de edad de los alumnos que recibirán educación afectivo-sexual será muy amplio (desde los 3 a los 15 años), ésta deberá adaptarse a la edad de los alumnos. Así, en edades tempranas se trabajará utilizando juegos, canciones y situaciones cotidianas; en primaria se trabajará a través del trabajo por proyectos y del uso de nuevas tecnologías y de redes sociales; y en secundaria, finalmente, se potenciará el estudio de casos concretos para, a partir de ellos, extraer las conclusiones necesarias para, finalmente, asumir las competencias previstas.

Formación según directrices Unesco

Para poder aplicar este programa de educación afectivo-sexual será necesario que se produzca un proceso de formación tanto del profesorado actualmente en activo como de los profesores del futuro. La Generalitat no ha descartado que llegue a crearse lo que, en propias palabras del consejero Bargalló, sería “un nuevo perfil profesional específico en coeducación y perspectivas de género”. Para conseguir la formación adecuada, el gobierno autónomo catalán tiene previstas sesiones en la sede de Educació, así como cursos que empezarán a impartirse este mes de noviembre y en diciembre. En dichos cursos, que se celebrarán en 60 centros voluntarios preseleccionados, se abordarán, entre otros, temas como la prevención de la violencia machista, la socialización de los niños y jóvenes trans en los centros educativos o la relación entre género e interculturalidad.

El programa de educación afectivo-sexual de la Generalitat de Catalunya está pensado para que tanto la familia de los alumnos como el resto de la comunidad educativa compartan responsabilidades para, de ese modo, remar todos juntos en la misma dirección. Para ayudar en dicha tarea, la Generalitat abrirá un portal en el que irá añadiendo recursos y todo tipo de experiencias relacionadas con la educación afectivo-sexual. Los materiales que podrán consultarse en dicho portal serán materiales trabajados por entidades que, en su labor, siguen las ocho dimensiones que propone la Unesco respecto a la educación afectivo-sexual.

Los ocho pilares/objetivos u orientaciones técnicas sobre los que la Unesco cree que deben sentarse las bases de todo programa de educación afectivo-sexual son los siguientes:

  • Ayudar a que los jóvenes alcancen una actitud y un comportamiento más responsable en materia de salud sexual y reproductiva.
  • Combatir el abandono escolar debido a matrimonios forzosos o precoces de niños o adolescentes debido por embarazos no deseados o por otros motivos que tengan que ver con la sexualidad o la salud reproductiva.
  • Impedir que, como pasa ahora, en algunas partes del mundo un 66% de las niñas no saben lo que les sucede al menstruar.
  • Demostrar que la educación sexual no implica un aumento de la actividad sexual y tampoco una multiplicación de las enfermedades de transmisión sexual como sostienen grupos ideológicos contrarios a la educación afectivo-sexual.
  • Informar y orientar a los niños jóvenes sobre lo que acarrea la transición de la infancia a la edad adulta en cuanto a cambios de tipo físico, social o emocional.
  • Afrontar el reto que representan para la salud los temas sexuales y reproductivos.
  • Informar a los jóvenes sobre la prevención y tratamiento del VIH.
  • Complementar y contrarrestar toda esa ingente cantidad de material de carácter sexual al que los jóvenes tienen acceso a través de la red y que les da una idea errónea y dañina de lo que es el sexo.

Esperemos que el programa de educación afectivo-sexual diseñado por la Generalitat de Catalunya y basado fundamentalmente en los puntos resaltados de sus frutos. Esperamos también que poco a poco la prestación de este tipo de educación se vaya extendiendo por todas las aulas de España.