Electricidad y sexo

Los límites de los juegos y de los juguetes eróticos están allá donde cada cual quiera colocarlos. Para muchas personas, ir más allá de la práctica del misionero ya supondrá toda una aventura. Para otras, por el contrario, todo lo que no sea echar mano de cuerdas, sogas, mordazas o vendas para los ojos mientras se practica sexo parecerá demasiado “soso” y convencional.

Entre estos últimos figuran los amantes del BDSM, un colectivo que no cesa de aumentar al calor del éxito conseguido por determinadas novelas y films. Entre los amantes del BDSM existe un grupo muy particular: el formado por todas aquellas personas que, en mayor o menor grado, gustan de introducir la electroestimulación erótica entre sus prácticas sexuales preferidas.

Introducir la electroestimulación erótica entre las prácticas sexuales más o menos habituales de la pareja implica asumir una serie de riesgos. Una descarga eléctrica no es una broma. No puede jugarse con ella al tuntún. Por eso toda aquella persona que quiera practicar la electroestimulación erótica deberá extremar las medidas de seguridad.

De entre todas las medidas de seguridad a la hora de practicar la electroestimulación erótica, la primera de todas ellas es la de disponer de un buen equipo para practicarla. Un buen electroestimulador erótico ofrecerá las garantías suficientes y proporcionará los medios adecuados para, regulando fundamentalmente tres variables, conseguir el tipo de estimulación deseada.

¿Qué tres variables son las que pueden regularse en un buen electroestimulador erótico? Las tres variables son las siguientes:

  • Tensión o volumen de electricidad que pasa por un punto en un momento dado y que se mide en voltios.
  • Intensidad o fuerza a la que pasa la electricidad (se mide en amperios).
  • Frecuencia o ritmo cíclico al que llegan las oleadas de electricidad. La frecuencia eléctrica se mide en hertzs.

Regulando estas variables y modificándolas cambiaremos los efectos de la electroestimulación erótica. Cada combinación implicará el envío de una señal determinada al cerebro. La sensación que se derive dependerá de cómo sea dicha señal y de qué lugar proceda. Es decir: una determinada combinación de tensión, intensidad y frecuencia eléctrica causará sensaciones diferentes si los electrodos del electroestimulador erótico son aplicados, por ejemplo, a las nalgas o si lo son directamente en los genitales.

Quien adquiera un electroestimulador erótico de una marca de confianza comprobará cómo el equipo acostumbra a incluir algún tipo de accesorio que permita la electroestimulación genital. Esta puede realizarse mediante parches, fundas, consoladores, anillos para el pene, plugs anales, sondas, etc.

Los electrodos de los electroestimuladores eróticos pueden estar hechos de metales como pueden ser el oro, la plata, el aluminio o el acero inoxidable. También podemos encontrar electroestimuladores eróticos realizados con silicona conductiva o, en su caso, con caucho conductivo.

Medidas de seguridad para usar un electroestimulador erótico

Junto a estos consejos hay otros que siempre hay que tener presentes cuando se vaya a utilizar un electroestimulador erótico:

  • Antes de probar el electroestimulador eléctrico con otra persona es recomendable utilizarlo con uno mismo.
  • Hay que hacer caso SIEMPRE a las recomendaciones técnicas del aparato.
  • No es demasiado recomendable colocar los electrodos en la zona del pecho. En el pecho está el corazón y hay que evitar posibles sustos.
  • Nunca se debe intentar modificar el electroestimulador erótico. Intentar mejorar sus prestaciones “tuneándolo” y modificándolo no es una buena idea y siempre puede proporcionarnos algún disgusto. A la electricidad no hay que tenerle miedo pero sí mucho respeto. Una combinación inadecuada de tensión, intensidad y frecuencia puede causarnos, cuanto menos, una buena quemadura. Y los juguetes eróticos tienen sentido si son utilizados para disfrutar.
  • El buen mantenimiento del aparato electroestimulador es primordial para su buen funcionamiento. La limpieza y esterilización de los contactos es algo con lo que debe contar siempre quien desee utilizar un electroestimulador erótico.

A la hora de utilizar electroestimuladores eróticos se recomienda utilizar lubricantes. Un buen lubricante con base acuosa servirá para minimizar el riesgo de quemaduras. No se recomiendan los lubricantes con base de silicona por un motivo. La silicona (si no es silicona conductiva) es aislante y, por tanto, puede reducir en gran medida la intensidad de las sensaciones derivadas de la aplicación de los electrodos de los electroestimuladores eróticos.

Si deseas introducirte poco a poco en el mundo de la electroestimulación erótica, empieza por comprar un electroestimulador de confianza. Para hacerlo, puedes elegir entre el amplio abanico de electroestimuladores eléctricos que SexshopDreams pone a tu disposición.