El dominio de las técnicas tántricas implica el dominio de diferentes técnicas de respiración. Respirar bien y de manera consciente ayuda a conseguir la calma necesaria para obtener los máximos beneficios de la práctica tántrica. Dentro de las diferentes formas de respirar que podemos utilizar a la hora de realizar nuestros ejercicios tántricos hay una que, por su utilidad, adquiere una importancia capital. Esa forma de respirar o técnica de respiración recibe el nombre de respiración alterna o Anuloma Viloma y cumple las siguientes funciones:

  • Oxigena el organismo.
  • Calma y ordena la mente.
  • Aquieta el sistema nervioso.
  • Controla y utiliza conscientemente lo que se conoce como prana o energía vital.
  • Regula el flujo respiratorio por las dos fosas nasales.

Esta regulación del flujo respiratorio es fundamental para, con ella, poner fin a una alteración en la forma de respirar y en el papel que desempeñan ambas fosas nasales y que es debida, en muchas ocasiones, a una mala alimentación, a un estilo de vida sedentario o al tabaquismo.

Otro de los efectos beneficiosos que para nuestra salud mental y física tiene el ejecutar la respiración alterna es el de equilibrar el funcionamiento de los dos hemisferios cerebrales. Así, la respiración por la fosa nasal derecha sirve para equilibrar el hemisferio cerebral izquierdo (responsable de la lógica) y la respiración por la fosa nasal izquierda resulta útil para equilibrar el hemisferio cerebral derecho, que es el responsable de la capacidad de expresión del ser humano.

La respiración alterna, por otro lado, sirve para armonizar las energías tanto de la fosa izquierda como de la fosa derecha. La primera es refrigerante; la segunda, por el contrario, produce calor. Que las dos funcionen correctamente es de gran importancia para nuestro bienestar físico.

Ejecución de la respiración alterna

Para practicar la técnica de la respiración alterna, al igual que para practicar cualquier técnica que tenga que ver con la forma de respirar, debemos apostar una postura cómoda. Para ello debemos colocar nuestra espalda erguida. Con ello conseguiremos no comprimir el abdomen y, por tanto, permitiremos que la respiración fluya sin trabas. Para conseguirlo podemos optar por sentarnos en el suelo o en una silla o hasta por estar tumbados boca arriba.

Una vez hayamos adoptado la postura indicada podemos recurrir a algún mudra para, con él, reforzar los efectos beneficiosos de la respiración alterna. Un mudra es una postura de la mano que, según la tradición yóguica, relacionada directamente con las tradiciones hinduistas y budistas, sirven para obtener determinados fines o para propiciar la obtención de los mismos. Para potenciar los efectos de la respiración alterna se aconseja principalmente realizar el “chin mudra” y el “Vishnu mudra”, el primero con la mano izquierda y el segundo con la derecha. ¿Cómo se realizan estos mudras?

  • Chin mudra: la mano queda apoyada sobre la rodilla con la palma hacia arriba. Una vez colocada ahí, los dedos índice y pulgar se tocan mientras el resto de dedos permanecen extendidos.
  • Vishnu mudra: los dedos índice y corazón se doblan hacia el interior de la mano. Una vez colocados así, se utiliza el dedo pulgar para, debajo mismo del cartílago, tapar la fosa derecha mientras los dedos meñique y anular se utilizan para tapar la fosa nasal izquierda. La mano derecha será, pues, la que utilizaremos para tapar y destapar nuestras fosas nasales mientras practicamos la respiración alterna

Tenidos en cuenta estos mudras, procederemos a realizar la respiración alterna. Para ello seguiremos los siguientes pasos:

  1. Inhalaremos por ambas fosas nasales.
  2. Cerraremos la fosa derecha mientras mantenemos el pulgar, el índice y el corazón doblados. Una vez hayamos cerrado esta fosa nasal, espiraremos todo el aire por la fosa izquierda.
  3. Inspiraremos por la fosa nasal izquierda durante tres segundos y, una vez lo hayamos hecho, abriremos la fosa derecha, taparemos la izquierda con el dedo anular y espiraremos por la fosa derecha durante seis segundos.
  4. Inspiraremos por la fosa nasal derecha durante tres segundos, abriremos la izquierda, taparemos la derecha con el pulgar y espiraremos por la izquierda durante seis segundos.

Este ciclo anterior completo lo repetiremos tres veces procurando en todo momento que la espiración dure, siempre, el doble que la inspiración.

Retener el aliento y otros consejos

Una vez se haya dominado la técnica anterior, se puede avanzar en el dominio de la técnica de la respiración alterna incorporando una variación consistente en intentar retener el aliento. Así, tras inspirar por la fosa nasal izquierda durante tres segundos, taparíamos ambas fosas nasales (la izquierda con el dedo anular y la derecha con el pulgar mientras índice y corazón se mantienen doblados) y aguantaríamos el aliento contando hasta doce para, después, espirar por la fosa nasal derecha durante seis segundos. Tras ello, realizaríamos el mismo proceso pero, en esta ocasión, inspirando por la fosa derecha y espirando por la izquierda.

A la hora de tapar las fosas nasales debemos tener en cuenta que no debemos hacerlo con excesiva fuerza. ¿Por qué? Porque si, por ejemplo, tapamos la fosa derecha y empujamos en exceso hacia al otro lado (es decir: hacia el izquierdo) estaríamos provocando, en mayor o menor medida, el cierre del paso del aire en este segundo lado.

Un buen consejo a tener en cuenta al ejecutar la respiración alterna es el de, antes de realizar el ejercicio, efectuar una limpieza de las fosas nasales con agua y sal. Con esa limpieza, el aire fluirá con mayor facilidad y los efectos de la respiración alterna serán más visibles.

Dominar la técnica de la respiración alterna nos servirá, finalmente, para poder avanzar por los caminos del Tantra. En ellos encontraremos la forma de disfrutar mucho más de la vida y de llenarla de mayor sentido y contenido.