La versión japonesa del Kama Sutra

¿Has contemplado alguna vez alguna película porno japonesa? Si no lo has hecho te recomendamos hacerlo. ¿Por qué? Porque descubrirás hasta qué punto la lujuria y lo erótico es concebido como algo distinto a lo que los occidentales entendemos como tal. Por ejemplo: ¿podías imaginar que el hecho de chupar un dedo de la pareja es entendido en Japón como algo tremendamente erótico? Si lees alguna novela del Premio Nobel japonés Yasunari Kawabata descubrirás algún párrafo en el que el hecho de llevarse a los labios los dedos de la pareja o lamerlos es dibujado como un gesto muy osado sexualmente hablando, en especial si esos dedos son los de los pies. Y es que si hay una cultura especialmente fetichista respecto a los pies ésa es la cultura japonesa.

Japón es la tierra del shibari y el hentai, del bokashi (ese borrado digital y parcial de las escenas porno que, por ejemplo, pixela la imagen de un pene entrando y saliendo de una vagina también pixelada) y del Shijuhatte.

¿Que qué es el Shijuhatte? El Shijuhatte es lo que podríamos llamar el Kama Sutra japonés, o, mejor dicho, la interpretación japonesa de la versión que los chinos hicieron del original Kama Sutra hindú del maestro Vatsyayana.

¿Cuáles son las características principales del Shijuhatte o Kama Sutra japonés? La primera de ella, fundamental, es la de su realismo. ¿Qué queremos decir con ello? Que las posturas eróticas recogidas en el Shijuhatte son, comúnmente, posturas que “realmente” pueden hacerse. Ni hay que ser maestro en Yoga para realizarlas ni hay que dejarse la espalda en el intento como en ocasiones da la sensación que pueda pasarnos al intentar ejecutar algunas posturas del Kama Sutra de Vatsyayana.

El Kama Sutra japonés no exige a aquel que quiera llevar a la práctica las 48 posturas recogidas en él una agilidad ni una resistencia especial. Sus posturas, pues, pueden ser realizadas por cualquier tipo de persona. El Kama Sutra japonés sólo exige una cosa: que la mujer emita unos sonidos especiales durante el coito.

Quien haya visto una película porno japonesa sabrá de lo que hablamos cuando hablamos de esos “sonidos especiales durante el coito” que las mujeres deben emitir para cumplir con las normas del Shijuhatte. Esos sonidos especiales están compuestos por una mezcla de gemidos, sollozos y grititos y a la que se llama yogarinaki (los chillidos del placer).

Posturas eróticas del Shijuhatte

Entre las posturas eróticas del Kama Sutra japonés podemos distinguir las siguientes:

  • Karatake-wari o “rompiendo el bambú”. Esta postura erótica es muy semejante al tradicional misionero. La mujer se tumba boca arriba con las piernas extendidas y cerradas. El hombre se coloca sobre ella y se abre paso con una cierta fuerza. Esta postura erótica permite una penetración poco profunda pero muy efectiva a la hora de estimular el clítoris, lo que redunda en una mayor sensación de placer para la mujer y una mayor facilidad para llegar al orgasmo. Los hombres con problemas de eyaculación precoz encontrarán en ésta una buena postura erótica para “durar” un poco más.
  • Kakae-dori o “sosteniendo el pájaro”. La de “sosteniendo el pájaro” es una llamativa postura erótica del Kama Sutra japonés. Para ejecutarla, el hombre debe colocarse de rodilla y con las piernas casi cerradas. Una vez colocado así, la mujer debe sentarse sobre su regazo con los brazos abiertos para que, así, el hombre la sujete por debajo de las axilas. Con el cuerpo arqueado y los brazos extendidos hacia atrás, hacia los hombros del hombre, la mujer adopta una postura semejante a la de la grulla. Esta postura permite una buena estimulación del clítoris.
  • Hiyodorigoe-no-Sakaotoshi o “cayendo del precipicio”. Esta postura erótica del Kama Sutra japonés está especialmente diseñada para disfrutar del sexo oral. En cierto modo, “cayendo al precipicio” es una evolución acrobática del 69 o, en su defecto, del cunnilingus. Eso sí: en esta ocasión, esta postura del Shijuhatte exige a la mujer una cierta resistencia en los brazos. La mujer, aquí, debe colocarse boca abajo. El hombre, al estar la mujer colocada así, cogerá las piernas de ella y las colocará sobre sus hombros. Así, la mujer quedará colocada como una especie de carretilla, con sus manos apoyadas en el suelo y soportando su peso y sus piernas sobre los hombros del hombre, que podrá acceder, así, oralmente a la vagina de ella.

Más posturas del Shijuhatte para el sexo oral

Otras posturas recogidas en el Kama Sutra japonés e idóneas para practicar el cunnilingus son la postura de “pétalos de flor superior” o Tachi Hanabishi y la postura del “asalto a los pétalos de la flor” o Hanabishi-zeme. En la primera de ellas, la mujer se coloca boca arriba con una almohada colocada en la parte baja de la espalda. Colocada así, el hombre se sitúa frente a los genitales femeninos y le practica un cunnilingus.

En la postura del Kama Sutra japonés denominada “asalto a los pétalos de la flor”, la mujer se recuesta boca arriba con las piernas abiertas. El hombre, a su vez, se colocaría boca abajo con la cara directamente situada sobre los genitales femeninos, que pueden ser saboreados a placer.

De la misma manera que el Kama Sutra japonés reserva algunas de sus 48 posturas para practicar el cunnilingus, también reserva alguna que otra para practicar la felación. Una de esas posturas es la denominada Chidori-no-Kyoku o “canción del frailecillo silbador”. Para ejecutar esta postura, el hombre debe tomarse boca arriba con el cuerpo recto y relajado. Una vez colocado así, la mujer se arrodillará ante él para acariciar su pecho mientras le practica una felación.

La segunda postura del Kama Sutra japonés para realizar una felación que queremos recoger en este post se llama “cuello de ganso” o Kari-ga-Kubi y supone una pequeña variación de la postura anterior. En este caso, y tras estar colocado boca arriba, el hombre abre las piernas, se coloca con el torso semielevado y se apoya sobre los codos para, emplazado así, poder ver y dirigir a la mujer mientras ésta le hace la felación.