Mucho más que posturas

Lo hemos dicho en más de uno de los artículos que hemos dedicado al Kama Sutra: el Kama Sutra es mucho más que un catálogo de posturas. El Kama Sutra es todo un manual de sexualidad, un texto que habla del comportamiento sexual del ser humano, una recopilación de consejos para saber cómo comportarse en la cama, cómo dar o recibir placer o, incluso, sobre cómo atraer a otras personas.

Entre los múltiples aspectos que, relacionados de una manera u otra con la sexualidad, trata el Kama Sutra, encontramos el de la prostitución. Vatsyayana, autor del mítico texto hindú, no elude el tema de la prostitución y dedica a él todo un capítulo.

Consejos para prostitutas

Para Vatsyayana, la prostituta, aunque se mueva por una motivación principalmente económica, debe intentar simular en todo momento un comportamiento espontáneo. Esa simulación implica el apartar en todo momento todo comportamiento avaricioso o toda búsqueda ilícita del beneficio y el atender a una serie de consejos entre los que destacamos los siguientes:

  • La prostituta debe mostrarse en la calle vestida de una manera elegante, sin mostrar en exceso pero asegurando su visibilidad.
  • La prostituta, aunque sea reclamada por un hombre, no debe entregarse a la primera. ¿El motivo? Vatsyayana argumenta que los hombres desprecian a las mujeres fáciles de conseguir.
  • La prostituta debe comportarse con su amante como si ella fuera la auténtica y verdadera esposa. Al comportarse de ese modo, la prostituta debe intentar conseguir que el hombre se encapriche de ella. Lo que nunca debe hacer la prostituta, señala Vatsyayana, es encapricharse del amante/cliente.
  • Durante la práctica del sexo, la prostituta debe aparentar mostrarse maravillada con el arte amatorio de su cliente/amante y, al mismo tiempo, debe poner en práctica toda su arte erótica.
  • La prostituta debe interesarse por las conversaciones de su amante/cliente y convertirse, en ese aspecto, en su confidente más fiel.
  • La prostituta, si comparte una comida con su amante/cliente, debe ser elegante y, fundamentalmente, moderada.
  • La prostituta sólo debe sacar dinero a su amante de manera natural, no con ningún tipo de estratagemas. ¿A qué estratagemas, por ejemplo, se refiere Vatsyayana? Vatsyayana incluye entre ellas, por ejemplo, el inventarse que le han robado las joyas, el hacer público los gastos que le acarrea el visitar a su amante, el inventar gastos que debe afrontar, el inventar una catástrofe que le ha hecho perder sus propiedades… Todas estas estratagemas son rechazadas por Vatsyayana.
  • La prostituta debe adecuarse a los deseos, gustos, inclinaciones y comportamientos amorosos de su amante/cliente.

Junto a estos consejos, que podrían ser adaptados a la vida de hoy, Vatsyayana incluye en el Kama Sutra otros muchos que, vistos desde la mentalidad actual, pueden parecer estrambóticos o, cuanto menos, desfasados. Vistos desde la mentalidad actual, la prostituta de la que habla Vatsyayana no es tanto una prostituta al uso como una especie de amante fija, una mantenida que debe a su cliente/amante una fidelidad propia de una novia. Por ejemplo: Vatsyayana aconseja a la prostituta “no frecuentar ni tertulias ni otras situaciones mundanas sin él”, así como “honrar a la familia de él, el carácter, la habilidad, la casta, la cultura, el aspecto, las propiedades, el país, los amigos, las cualidades, la edad y la cortesía”. La prostituta, señala Vatsyayana, deberá de abstenerse de su limpieza personal y de pintarse si, por ejemplo, su amante marcha a tierras lejanas. Por su parte, cuando éste regrese la prostituta deberá realizar ofrendas a los dioses.

La “liberación” de la prostituta

En descargo de Vatsyayana respecto a su modo de determinar las líneas que deben delimitar el margen de actuación de las prostitutas hay que decir que en su Kama Sutra, el maestro hindú también da consejos a las prostitutas para que, llegado el caso de que su amante/cliente ofrezca pocos beneficios, pueda desembarazarse de él. En principio Vatsyayana recomienda a la prostituta que siga manteniendo a su “benefactor” pero que, mientras tanto, lo engañe con otro. Si, finalmente, el benefactor/amante/cliente ya no tiene nada que ofrecer a la prostituta, ésta debe quitárselo de encima recurriendo a la ayuda de otro hombre.

Vatsyayana recomienda también a las prostitutas el adoptar determinadas actitudes para, así, “enfriar” la pasión que el benefactor/amante/cliente pueda sentir por ella. ¿Un ejemplo? El negarle la boca, el “tapar el vientre”, el reaccionar a mordiscos y arañazos, el ignorar sus comentarios, el aludir a sus defectos en público, el evitar los abrazos…

Vatsyayana distingue en el Kama Sutra entre distintos tipos de prostitutas. Sin duda, no es lo mismo la prostituta que “entretiene” a un solo amante que la que tiene numerosos clientes. Ésta debe establecer un precio por noche, valorando al establecer ese precio no sólo el lugar, el tiempo y los servicios prestados, sino también sus cualidades.

Si a una prostituta se le presentan varios clientes, la prostituta, según aconseja Vatsyayana, debe optar por aquél que le ofrezca dinero en oro, ya que éste es fuente de cualquier otra cosa. Vatsyayana establece un orden de prelación que debe servir a la prostituta para, en un momento dado, priorizar a un cliente/amante sobre otros. Ese orden es el siguiente: oro, plata, utensilios de cobre, bronce, hierro; ropa de cama, colchas, vestidos, perfumes, especias, vajilla, flor de manteca, aceite, cereales y animales. Vatsyayana recomienda a las prostitutas escoger siempre lo que precede.