Tipología genital en el Kamasutra

Vatsyayana, el autor del Kamasutra, no se olvidó de tratar el tema del tamaño de los genitales. Es más, en base a ellos realizó una clasificación de hombres y mujeres. Y en base a esa clasificación señaló qué tipo de hombres y qué tipo de mujeres eran más compatibles sexualmente entre sí.

Según la clasificación de Vatsyayana, los hombres se dividen en caballos, toros o liebres según sea el tamaño de los genitales. El hombre caballo sería el de mayor pene. El hombre liebre, el de menor. A unos y a otros les correspondería un carácter distinto: el hombre liebre sería un hombre ambicioso; el hombre toro, un hombre irascible y violento; y el hombre caballo, un hombre apasionado aunque, al mismo tiempo, perezoso. Este tipo de hombre, según Vatsyayana, se sentiría atraído por las mujeres grandes y fornidas.

Las mujeres, por su parte, estarían clasificadas según su profundidad vaginal. Elefantes, yeguas y ciervos serían los tres tipos de mujer atendiendo a dicho criterio de clasificación.

Ahora bien, ¿cuáles serían las tipologías más compatibles entre ellas? ¿Qué compatibilidad genital favorecería una unión sexual más intensa? Caballo y elefante, toro y yegua, y liebre y ciervo serían los acoplamientos más satisfactorios. Los menos satisfactorios, por su parte, serían aquellos que se dieran entre un hombre excepcionalmente dotado (un caballo) y una mujer con poca profundidad vaginal (una cierva) o entre un hombre con pene pequeño (liebre) y una mujer con una vagina amplia y profunda (elefante).

Vatsyayana, previendo que no siempre pueden producirse las uniones perfectas, sugiere en el Kamasutra algunas técnicas que pueden servir para contrarrestar los efectos negativos de los emparejamientos no perfectos. Las posturas eróticas pueden servir para conseguir que hombre y mujer, pese a su no perfecta compatibilidad por el tamaño de sus genitales, puedan disfrutar de un encuentro sexual de una manera intensa y placentera.

Pene pequeño versus vagina grande

Para que un hombre de pene pequeño y una mujer de vagina profunda disfruten mutuamente pueden probar alguna de las siguientes opciones. Todas ellas permiten que el pene llegue un poco más lejos de lo habitual. Una de ellas es hacer el amor de lado, mirándose el uno al otro, recostados de perfil. Otra es la de que ella se orfrezca, tumbada boca arriba, para que cuando el hombre la penetre, ella alce una de sus piernas y la coloque sobre el hombro del hombre. Eso permitirá una penetración más profunda, con lo que se compensará el tamaño menor del genital masculino.

Otras posturas idóneas para que puedan practicarlas los hombres pocos dotados genitalmente y las mujeres de vagina profunda son aquéllas en las que ellas permanecen encima del hombre, ejerciendo el control y el dominio sobre la acción sexual. Ellas pueden levitar sobre la punta del pene y, después, descender hacia la profundidad que ellas misma decidan.

En la penetración desde atrás la mujer también puede actuar de manera que se intensifique el efecto del pene sobre la vagina. La mayor o menor separación de las piernas de la mujer determinará la profundidad de la penetración y la fricción que se produzca entre el pene y la vagina.

Lo importante en estos casos es siempre buscar posturas que faciliten la contracción de la vagina. Por ejemplo: que ella se tumbe boca arriba y lleve sus rodillas contra el pecho. O que se incline para tocarse la punta de los pies mientras él la penetra por detrás. O que ella mantenga las piernas lo más juntas posibles cuando, por ejemplo, esté tumbada boca arriba. La clave está en explorar los ángulos que creen más fricción o presión. Una buena tonificación de los músculos vaginales puede servir, también, para intensificar el abrazo que la vagina realice sobre el pene.

Otro recurso en manos de un hombre poco dotado genitalmente para producir mayor placer en la mujer de vagina más amplia es penetrar en ella cuando ella se encuentre en el nivel casi orgásmico de su excitación o inmediatamente después de que ella, mediante una adecuada estimulación oral o manual, haya alcanzado el orgasmo. En ese instante ella estará experimentando una mayor afluencia de sangre a sus genitales. Eso quiere decir que estarán más sensibles. La parte inferior de la vagina, y debido a esa afluencia de sangre, se constreñirá y abrazará el pene de manera más intensa. Eso revertirá, también, en una mayor estimulación para ella. Se prolongará su estado de felicidad e, incluso, podrá alcanzar de nuevo el orgasmo.

Como ves, son muchas las maneras de contrarrestar las diferencias de tamaño entre unos genitales masculinos pequeños y unos femeninos más grandes en el transcurso de un encuentro sexual.

Pene grande versus vagina pequeña

Vatsyayana también prevé el caso contrario, es decir, el caso en el que un hombre bien dotado genitalmente mantenga relaciones sexuales con una mujer de vagina pequeña o poco profunda. Será importante, en estos casos, prolongar los juegos preliminares. Mayor excitación por parte de la mujer implicará mayor lubricación, lo que facilitará y hará más placentera la penetración. El sexo oral y la estimulación digital serán dos recursos muy importantes en manos del hombre experimentado y bien dotado para hacer de su encuentro sexual con una mujer ciervo una fuente de placer para ambos. Que la mujer llene el pene de saliva antes de la penetración (entre los juegos preliminares la felación debe tener un papel fundamental) o que lo masajee adecuadamente con una buena dosis de lubricante debe servir, también, para facilitar la penetración y hacer más placentero el contacto sexual entre un hombre caballo y una mujer ciervo.