Por delante y por detrás

¿Eres mujer? ¿Has soñado alguna vez con ser penetrada al mismo tiempo vaginal y analmente? Quizás esta fantasía ya la has hecho realidad. Quizás has tenido la oportunidad de gozar de dos hombres al mismo tiempo. O quizás has sido sabia y, ante la imposibilidad de disponer de dos hombres, has sabido organizarte con tu pareja y tu dildo preferido para sentirte penetrada doblemente y, por ello, doblemente satisfecha.

Si no eres de ese tipo de mujeres, si has tenido que conformarte únicamente con la excitación proporcionada por la fantasía, ahora es el momento de iniciarte en este placer incomparable de la doble penetración.

Para iniciarte en él necesitas poca cosa. A decir verdad, solamente dos. La primera puede estar al alcance de tu mano, en el cajón de tu mesita de noche. Tu vibrador de cabecera no debería estar más lejos. Siempre conviene tenerlo cerca, presto a servir su servicio de gratificación y placer. La segunda tienes que solicitarla a tu pareja. Él la tiene en su entrepierna. Seguro que alguna vez, en momentos inolvidables, la has saboreado. Seguro que la has sentido dentro de ti, hasta puede que analmente. Ahora ha llegado el momento de que puedas sentirla dentro de ti al mismo tiempo que tu dildo de cabecera.

La sensación de plenitud en toda el área pélvica que puede proporcionarte el hecho de tener llenos tanto la vagina como el ano gracias a la doble penetración no tiene parangón con ningún otro placer sexual. Hay que tener en cuenta que ano y vagina están separados por una delgada pared que está recubierta con un sinfín de terminaciones nerviosas. Cuando ambas cavidades están llenas, la fricción en este delicado y sensible muro aumenta considerablemente. Al mismo tiempo, aumenta también la presión contra el punto G. Las dos aberturas, tanto la de la vagina como la del ano, son, también, especialmente ricas en terminaciones nerviosas. Esto hace que respondan bien a la abundante estimulación que se produce durante la doble penetración, lo que aumenta el grado de excitación en la mujer y multiplica por mucho las sensaciones experimentadas.

Por su parte, los hombres gozan también de la doble penetración por diversas razones. Gracias a que la pared que separa el pene del juguete es, como ya hemos señalado, especialmente fina, el pene puede sentir las vibraciones del vibrador cuando, introducido en la mujer, funciona a pleno rendimiento. Esa vibración, añadida al choque que el pene, introducido en un espacio disminuido, siente contra el vibrador, aumenta el placer masculino hasta el punto de que al hombre le resultará complicado posponer su eyaculación y tendrá que hacer verdaderos esfuerzos para no correrse antes de tiempo.

Práctica anal

Recomendamos no probar la doble penetración si no existe una práctica previa de penetración anal o si, por algún motivo, la mujer no se siente cómoda practicando el sexo anal.

Si eres nueva en eso del sexo anal y te pica la curiosidad de probar la doble penetración, ejercítate antes practicando la masturbación anal con algún tipo de plug anal o ensayando la penetración anal con tu pareja. Una vez hayas adquirido la suficiente práctica y hayas comenzado a gozar de esta modalidad sexual podrás intentar realizar la doble penetración. Nada mejor que la práctica para sentirse relajado a la hora de acercarse a una nueva experiencia.

En esta actividad que proponemos, el hombre se coloca tras la mujer, en la posición de la cuchara, y la penetra analmente mientras ella inserta el vibrador dentro de su vagina. Ésta no es, posiblemente, la postura estrella que podemos encontrar en las películas porno, pero sí es una postura de fácil realización para los que se estrenan en el juego de la doble penetración. Piensa que en las películas porno se busca una exhibición visualmente muy clara de lo que se está haciendo y de los elementos naturales o artificiales que intervienen en la acción, lo que no es necesario que se realice en la intimidad de la pareja a no ser que la pareja, para elevar su temperatura erótica, decida contemplarse en un espejo o decida grabarse.

Esta postura de la cuchara, además, permite que la mujer tenga un gran control sobre la acción del vibrador. Para ella es más sencillo mantener el vibrador en su sitio y para la pareja resulta más reposada y menos cansada al encontrarse recostados. Una vez se tenga un poco de práctica, se podrán asumir y ensayar otras posturas que requieran algo más de habilidad y esfuerzo.

Las mujeres también pueden explorar por sí solas y de manera sencilla la doble penetración. Para ello, basta con que sustituyan a su pareja masculina y a su polla por un consolador. Buscar un vibrador tipo rabbit, por ejemplo, puede servir también a la mujer para estimular su clítoris con las orejitas del conejo. A las mujeres a las que les guste sentir una intensa vibración en el clítoris les bastará con presionar con las orejas contra él para sentir una mayor excitación que será, sin duda, el prólogo de un maravilloso orgasmo.