Tipos de toques en un masaje

El masaje es un arte pero, como todo arte, es un compendio de técnicas. Del mismo modo que el pintor sabe qué debe hacer para aplicar una veladura o qué pasos debe seguir para realizar un sfumato, también el masajista debe saber qué recursos utilizar para conseguir el objetivo deseado.

En el masaje se distinguen siete técnicas básicas: el roce, la fricción, la percusión, la hachadura, la compresión, el amasamiento y la vibración. Los nombres de cada una de estas técnicas de masaje son suficientemente ilustrativos como para que podamos imaginar cómo se realizan. A todas estas técnicas podemos añadir una serie de técnicas adaptadas que son las sacudidas, el pellizcamiento y las torsiones. Todas estas técnicas, seleccionadas de manera adecuada, pueden encontrar su espacio a la hora de aplicar un masaje erótico.

Veamos las características principales de cada una de estas técnicas de masaje:

El roce

El roce es, de entre todas las técnicas de masaje, la principal. De hecho, no podría concebirse el masaje si no existiera la técnica del roce. Deslizar la mano sobre la piel de otra persona es el fundamento de la técnica del roce. El roce es, habitualmente, la maniobra inicial en todo tipo de masaje. En el masaje erótico, sin embargo, el roce adquiere una importancia mayor que en otros tipos de masajes. Nada mejor que un suave roce para actuar sobre la sensibilidad de ciertas zonas erógenas.

El roce, como técnica de masaje, puede ser superficial (éste sería el prioritario en los masajes eróticos) o profundo. Este segundo tipo de roce actuaría con mayor efectividad sobre los músculos, las fascias, el sistema muscular, etc. Este tipo de roce tiene un protagonismo especial en los masajes curativos.

La fricción

Cuando un masajista aplica la técnica de la fricción está intentando movilizar los planos superficiales de la piel sobre los planos más profundos. Por decirlo de un modo ilustrativo, esta técnica de masaje sería algo así como una versión algo más intensa del roce profundo.

Esta técnica de masaje puede ser sumamente relajante y en algunos casos, y según y durante cuánto tiempo sea aplicada, puede, incluso, resultar analgésica.

La percusión

Golpes ligeros a un ritmo rápido. Ésa es la clave que debe orientar y dirigir la aplicación de esta técnica de masaje. Para aplicar esta técnica de masaje las manos deben colocarse de forma ahuecada. Al golpear, las manos deben realizar un sonido hueco.

Para que la técnica de la percusión sea aplicada correctamente debe realizarse el movimiento desde el codo. Sólo así la muñeca conseguirá la estabilidad adecuada en el momento de percutir.

La percusión es una técnica de masaje muy apta para la estimulación. Al conseguir una gran irrigación sanguínea a nivel muscular, aumenta la sensibilidad de éstos y su capacidad para experimentar el placer.

Lo que no debe realizarse nunca a la hora de aplicar esta técnica de masaje es aplicarla durante demasiado tiempo y de una manera persistente en zonas cercanas a los riñones.

La hachadura

En el masaje terapéutico adquiere una notable importancia una técnica fundamentada en el golpeo con el borde cubital de la mano. Ese tipo de golpeo recibe el nombre de hachadura. Esta técnica de masaje, al igual que la anterior, sirve para estimular la circulación y normalizar el tono muscular.

Como hemos visto, toda estimulación de la circulación sanguínea revierte en un aumento de la sensibilidad de la zona estimulada. Una zona estimulada mediante la aplicación de la técnica de la hachadura puede resultar una zona especialmente sensible a una caricia, algo que, lógicamente, debe ser uno de los grandes objetivos del masaje erótico.

El amasamiento

El nombre de esta técnica de masaje es muy ilustrativo. El masajista debe tomar el cuerpo de la persona masajeada y actuar sobre él como si estuviera amasando pan. Coger, deslizar y levantar los tejidos musculares son los movimientos básicos a la hora de aplicar esta técnica de masaje.

La compresión

Así como en la aplicación de la técnica anterior se produce un desplazamiento de la zona de carne masajeada, en la de la técnica de la compresión no se produce ningún desplazamiento. Simplemente se presiona y comprime la zona que se quiere tratar. Esta compresión puede realizarse con las manos o con los dedos. Mantener el ritmo y la intensidad homogénea es fundamental para conseguir unos objetivos que, en el masaje terapéutico, son fundamentalmente analgésicos.

La vibración

Para aplicar la técnica de la vibración hay que tener siempre presente que las manos deben estar en continuo contacto con el cuerpo masajeado. Esta técnica no se aplica (habitualmente) en el masaje erótico. Es más: ni siquiera todos los masajistas terapéuticos la aplican. Y es que la técnica de la vibración exige un cierto nivel de pericia. ¿El motivo? Es fácil agotarse durante su aplicación si no se está convenientemente preparado.

La estimulación del sistema circulatorio es uno de los objetivos que se persiguen con la aplicación de esta técnica de masaje. Otro de sus objetivos es calmar o sedar el sistema nervioso.

Para aplicar correctamente la técnica masajística de la vibración hay que aplicar una presión estática sobre la zona del cuerpo en que vaya a aplicarse esta técnica y, a continuación, realizar una pequeña oscilación sobre la misma.