Dioses y diosas tántricas

La satisfacción plena durante las relaciones sexuales entre las fuerzas masculinas y femeninas acostumbra a proporcionar resultados eléctricos. Cuando los deseos sexuales y emocionales se sienten satisfechos, los sentidos de la persona reviven con nuevas energías, y la pareja que disfruta de dicha satisfacción sexual experimenta una embriagadora sensación de pasión y conexión interna.

El sexo tántrico hace que la mujer se encarne en una diosa. El hombre, así, demuestra su amor y su confianza mediante los más diferentes actos de culto devocional. Como resultado al ejercicio de ese culto devocional, la mujer se abre como una flor de loto, irradiando serenidad, belleza y felicidad. El hombre, rendido a esa belleza y a esa serenidad, ahoga su ego en la plenitud de su pareja femenina, que se convierte en una especie de diosa omnipotente representante de la pasión, el deseo y la energía.

Para alcanzar ese nivel intenso de pasión en la vida es necesario pensar y actuar con pasión. Haciéndolo de ese modo, se podrá encontrar la pasión que se buscaba. Para ello hay que tomar las riendas de la propia vida y no dejarse arrastrar por los acontecimientos. La voluntad es importante. Ella es la guía que debe llevarnos al destino deseado. Crear la propia realidad y pintar el lienzo de la propia vida es fundamental para alcanzar ese nivel de armonía sexual anhelada. Si enfocas de ese modo tu vida sexual podrás obtener unos resultados que te impactarán.

La danza de Shiva y Shakti

La meditación que vamos a proponerte a continuación combina baile y sexo. Esa combinación es una mezcla perfecta para alcanzar la armonía sexual: la energía que se genera a través del baile espontáneo se vuelve directamente silvestre y salvaje en el acto sexual. El baile, por otro lado, puede servir para equilibrar los polos masculino y femenino, creando una sensación de profunda satisfacción tanto para el hombre como para la mujer, que podrán experimentar la intensa y profunda fusión que tiene lugar cuando los principios masculino y femenino son satisfechos.

Los pasos a seguir para conseguir esa armonía sexual que se persigue son los siguientes:

  1. Realizad la apertura ritual
  2. Poned música y empezad a bailar. Mientras bailáis, id quitándoos ropa hasta que estéis desnudos.
  3. Permitid que la energía que va irradiando el baile se vuelva fundamentalmente sexual. Moved las caderas de manera insinuante. Realizad movimientos rítmicos mientras fijaos vuestra atención en los genitales de vuestra pareja. Miraos fijamente a los ojos y sentid como el anhelo de la unión sexual va aumentando en vuestro cuerpo. Bailad durante cinco minutos, mirándoos con deseo.
  4. Reuniros sexualmente. Haced el amor. Separaos y manteneos quietos durante un tiempo prudencial, hasta que se produzca un reflujo del deseo y la erección en el hombre disminuya.
  5. Volved a bailar uno enfrente del otro, mirándoos tiernamente a los ojos. Tras cinco minutos de baile, sentaos juntos en un abrazo.
  6. Practicad la respiración circular que ya se os ha enseñado en algún post anterior. Que la respiración active vuestros chakras básicos. Una vez activados, respirar con el chakra cardíaco.
  7. Llevad vuestra respiración hasta el punto de sentir una profunda quietud. Cuando alcancéis esa quietud es fácil que sintáis como una luz o energía universal ilumina vuestros cuerpos a través de vuestros chakras.
  8. Repetid la meditación tantas veces como lo deseéis. Una secuencia puede ser suficiente para general una potente armonización. Si lo hacéis en más ocasiones, qué duda cabe de que el resultado puede ser más intenso.

A continuación vamos a proponerte otra meditación tántrica muy especial para alcanzar la armonía sexual ideal entre el hombre y la mujer.

Meditación de liberación real

Esta meditación está orientada, como muchas otras, a conseguir desprenderse de las responsabilidades diarias y los estreses de la vida cotidiana. Liberándose de ella, abrimos espacio para que entren dentro de nosotros los deseos más sexys. Esta meditación que te proponemos puede desarrollarse a lo largo de toda la noche o, por el contrario, puede ocupar sólo una parte de ella (la que vosotros deseéis).

Mientras dura la meditación, la persona que ocupa la posición de rey o reina debe pedir todos sus deseos. El otro miembro de la pareja debe esforzarse en conseguir que esos deseos se cumplan para que, de ese modo, el rey o la reina pueda sentirse satisfecho o satisfecha. Cuando vuelva a realizarse la meditación, los papeles deberán intercambiarse.

En el caso que vamos a proponer, el hombre asume el rol de rey de la noche. Para cumplir el ritual de meditación tendente a conseguir la armonía sexual que te vamos a presentar ahora hay que seguir los pasos que se detallan a continuación.

  1. Se inicia la meditación con la apertura ritual habitual en todas las meditaciones descritas en esta página.
  2. El hombre se sienta con los ojos cerrados. La mujer, entonces, se arrodilla a sus pies, con una especie de velo cubriéndole la cabeza.
  3. Se penetra poco a poco en un estado meditativo. El hombre, mientras tanto, asume las características de un rey, deja que la personalidad del rey se apodere de él. Al mismo tiempo, la mujer va adoptando las cualidades de consorte o esclavo. La mujer se comporta, aquí, como si hubiera nacido única y exclusivamente para servir a su amado rey y para cumplir sus deseos.
  4. El hombre imagina que todos sus chakras están conectados, lo que hace que se sienta iluminado, preparado para un completo despertar espiritual.
  5. El hombre, con gesto de indudable pero tierna autoridad, retira el velo de la mujer. Y expresa un deseo mirando fijamente a los ojos a la mujer: “yo quiero…”. El hombre debe ser original pidiendo su deseo y, al mismo tiempo, dejar que sus deseos más íntimos salgan a la luz. Quizás desea sentir una caricia suave en el cabello. Tal vez desea ser atado a una silla. Posiblemente desee sentir la boca de su consorte regalándole una buena sesión de sexo oral. O verla danzando delante de él, desnuda y deseada. El hombre debe dejar volar su imaginación y ésta debe volar libre, sin cadenas que la sujeten. El hombre debe solicitar el cumplimiento de seis deseos. No importa el tiempo que requiera su cumplimiento. Después de todo, ésta es su gran noche. Después de haber pedido todo lo que se desea, y sintiéndose completamente lleno, sólo hay que decir “yo soy”.
  6. Realizar la ceremonia de clausura habitual en las meditaciones tántricas y que hombre y mujer vuelvan a ser los que eran antes de convertirse en rey y consorte o esclava.