¿Qué son los consoladores?

Un consolador, considerado normalmente como un sustituto del pene, está diseñado para la inserción vaginal o anal. La característica principal del consolador es que no vibra, lo que significa que muchos vibradores con forma de polla pueden utilizarse como consolador. Algunos consoladores tienen asas, otros una base de ventosa, algunos tienen doble terminación (para vagina y ano), los hay que terminan en forma de curva para, así, proporcionar con su parte superior una estimulación especial del punto G. Existen consoladores de metal que se utilizan para ejercicios Kegel (ejercicios pélvicos) y para fortalecer el músculo pubocoxígeo (PC), lo que es muy importante a la hora de mantener una erección más intensa y duradera y para retrasar el reflejo eyaculatorio. En vidrio y en materiales acrílicos pueden encontrarse también verdaderas obras de arte, llenas de sensualidad y, lo que es más importante, utilidad.

Los consoladores en la historia

Los consoladores se han utilizado a lo largo de toda la historia. En Irlanda, sin ir más lejos, se han desenterrado hermosos falos de piedra con cuatro mil años de antigüedad en alguna sepultura. Esos cuatro mil años de los que hablamos separan ese consolador de piedra de las actuales maravillas de cristal, silicona, goma negra o goma celulósica que se fabrican y están disponibles en una magnífica variedad de tamaños, estilos, colores y texturas.

¿Cómo son utilizados los consoladores?

Un consolador se puede utilizar por uno mismo o dejarse en manos de la pareja para que haga en nosotros según su capricho, puede utilizarse vaginal o analmente. Los hombres pueden usarlos con una correa para experimentar sobre sus amantes una doble penetración. También puede servirles para prolongar el tiempo de sus relaciones sexuales una vez que la erección ha disminuido.

Elegir un consolador

Si vas a utilizar el consolador en un arnés, asegúrate de que tiene una base acampanada, lo que te permitirá que éste se mantenga en su sitio. Si, por el contrario, vas a utilizar el consolador anal, debes tener en cuenta que la base del mismo debe permitir también el mantenimiento del deslizamiento en el recto. Más allá de esto, tu decisión deberá basarse en cuatro factores: material, tamaño, función y estética. El caucho y el plástico pueden ser una forma barata de darte un primer chapuzón de placer en el océano de los juguetes eróticos, pero el indiscutible material ideal para los consoladores es, no lo dudes, la silicona. La silicona se limpia fácilmente, se calienta con rapidez y dura más que otros materiales. En lo referente a estética, puedes elegir entre consoladores realistas, abstractos o caprichosos.

Eso sí: procura encontrar la talla adecuada. Y que conste que cuando hablamos de talla lo hacemos de longitud y anchura. Si estás pensando utilizar el consolador elegido en un arnés, piensa que será necesario agregar casi centímetro y medio a la longitud para que pueda compensar el espacio comido por el arnés. Un buen tamaño para un consolador destinado a ese fin rondaría alrededor de los 18 centímetros.

Cuando hablamos de anchura, por su parte, hablamos del diámetro del consolador. Aquí debes tener en cuenta una cosa. Si no estás seguro sobre el diámetro a elegir, escoge algo un poco más pequeños que lo que piensas que necesitarás. Ya sabes: el mito del tamaño puede llevarnos a cometer errores.

En cuanto a la función, hay que tener en cuenta la forma en que planeas usar tu consolador. ¿Lo vas a utilizar solo o sola o en compañía? ¿Qué parte del cuerpo pretendes estimular? Cuando esté colocado en su arnés, ¿qué postura vais a adoptar? Un consolador con ventosa, por ejemplo, es ideal para la masturbación. El que no tiene mango puede ser fácilmente manejable por un socio. Un consolador con la punta hacia arriba estimulará convenientemente próstata o punto G cuando adoptéis la postura del misionero, mientras que uno recto o menos curvado ofrecerá una gama más amplia de movimientos para aquellos que quieran probar diferentes posturas. Las mujeres critican muy favorablemente a los consoladores de doble pene, más conocido como nexo.

consoladores pene

¿Cómo Elegir un arnés?

La comodidad y un buen ajuste son esenciales a la hora de escoger un arnés. Si no te gusta el tanga porque no toleras una cuerda entre las nalgas, mantente alejado de los arneses de correa (llamado “tiento” o estilo “G-string”). Prueba entonces a escoger uno con dos bandas de sujeción (también conocido como “jock”), una para cada pierna, que se conectan con la correa de la cintura. A los hombres suele gustarles este tipo de arnés porque deja sus testículos libres y sin restricciones. Para lograr el máximo confort, tienes que buscar un arnés completamente ajustable, que tiene un pequeño acolchado tras el agujero para evitar que el consolador roce el vello púbico o la piel, así como un anillo extraíble que permite acomodar consoladores de varios tamaños. La mayor parte de los arneses se catalogan según sus dimensiones y se adaptan a una amplia gama de tipologías corporales. Eso sí: siempre se debe procurar que las correas tanto de la cintura como de las piernas sean ajustables.

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¿Donde comprar los consoladores y arneses?

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