Comunicación verbal y no

El tener que demoler ideas erróneas es una tarea habitual cuando se habla de Tantra. Una de esas ideas es considerar el Tantra como una técnica exclusivamente sexual. El Tantra es algo más que saber controlar la eyaculación o retroeyacular. El Tantra, como manera de concebir la vida y el ser humano, utiliza el sexo como instrumento de búsqueda del éxtasis supremo, pero esa búsqueda se realiza más allá de lo exclusivamente genital implicando a toda la superficie de la piel y, por supuesto, también a las sensaciones y sentimientos que pueda tener la persona que disfruta de la experiencia tántrica.

Para que la experiencia tántrica pueda desarrollarse de la manera más placentera posible para los dos miembros de la pareja tántrica es necesario que éstos desarrollen sus habilidades comunicativas. La comunicación entre los miembros de la pareja tántrica debe incluir, por supuesto, lo oral, es decir, lo que se cuenta el uno al otro y lo que, por medio de la palabra, ponen en común.

La comunicación verbal será verdaderamente efectiva y enriquecedora cuando dicha comunicación esté presidida por la sinceridad y el saber escuchar. Sueños, deseos, preocupaciones… todo eso debe ser compartido por los miembros de la pareja tántrica, que deberán prestar también especial atención y cuidar al máximo de todo lo que pueda ser comunicable sin tener que recurrir al uso de la palabra. Desde que Flora Davis publicara en 1973 su famosa obra La comunicación no verbal, todos los estudiosos de la comunicación conocen la importancia que tienen los gestos, las actitudes posturales, la expresividad facial y las caricias en el proceso comunicativo.

Todos estos factores (miradas, caricias, sonrisas, muecas, posturas…) conforman lo que se conoce con el nombre de comunicación emocional. El desarrollo de las habilidades de comunicación emocional es parte fundamental del Tantra y objetivo en el fondo del mismo. Comprender emocionalmente a la pareja sin necesidad de recurrir a las palabras es fundamental para intentar limar las asperezas que unas palabras pronunciadas en un mal momento pueden causar.

Armonía emocional

Para desarrollar las habilidades de comunicación emocional hay que focalizar todos los esfuerzos en saber escuchar al otro, en prestarle atención y, sobre todo, en saber expresar los propios sentimientos de la mejor manera posible. Expresar la queja de manera adecuada es fundamental y evita dos daños que pueden resultar extremadamente lesivos para la relación. En primer lugar, evita que algo dicho de mala manera o en un momento de gran intensidad emocional pueda resultar hiriente. En segundo lugar, evita algo fundamental: el enquistamiento de un rencor. Toda queja debe ser expresada. No hay que quedarse dentro ningún sentimiento negativo. Hacerlo envenena la relación a medio o largo plazo.

Cuando hablamos de la importancia que, para que la pareja tántrica pueda alcanzar ese éxtasis que el Tantra persigue, tiene una correcta y adecuada comunicación emocional, debemos procurar mejorar esa comunicación emocional. Para hacerlo, hay varios factores que hay que tener en cuenta:

  • – En ningún caso se debe culpar a la pareja de los propios sentimientos. Aprender a canalizar las propias emociones y saber que su mayor o menor intensidad no dependen tanto del otro como de nosotros mismos es fundamental para gozar de una adecuada comunicación emocional.
  • – Los conflictos emocionales suelen identificarse por su intensidad. Esa intensidad nos conduce a un desborde emocional que no siempre puede contenerse con palabras. Es más: las palabras pueden no brotar con la justicia ni el tono que serían deseables en una situación así y acabar causando un daño de difícil cura. Por eso en ocasiones, y reconociendo ese intenso desbordamiento emocional, es preferible callar. Hacerlo permitirá no quebrar en exceso la armonía ni dejarse llevar por la inercia siempre negativa de la falta de armonía. Para recuperar esa armonía, quizás lo mejor es iniciar un ritual de respiración y armonización. Ya llegará, cuando se esté más tranquilo, el momento de hacer uso de la palabra para poner en común quejas y preocupaciones.

Rituales tántricos

En los casos en los que la armonía entre los miembros de la pareja tántrica se haya roto, lo más recomendable es proceder cuanto antes a la recomposición de esa armonía. Para ello, nada mejor que posponer la tarea de confrontar razones. La armonía es preferible a la razón. Confrontar razones sólo puede servir para abrir una zanja entre los dos miembros de la pareja tántrica.

La armonización de las energías internas de ambos miembros de la pareja permitirá un mayor entendimiento mental y emocional entre ellos. Para que esta armonización se produzca los miembros de la pareja deberán trabajar sus propias emociones, sus sueños y sus intuiciones. El entrenamiento y la práctica tántrica fundamentada en meditaciones y en rituales tántricos permitirán esa armonización emocional que la pareja necesita para que fluya la comunicación emocional sin cortapisas y de una manera absolutamente enriquecedora.

Gracias al entrenamiento tántrico la pareja podrá tomar la decisión correcta cuando aparezca un motivo de tensión. Esa decisión, más allá de la confrontación de razones, será la de realizar una meditación conjunta que sirva para afianzar y estrechar los lazos de la pareja. Meditar juntos y alejar los pensamientos negativos permitirá fortalecer la armonía de la pareja. Una vez la armonía emocional se haya restablecido, la pareja podrá hablar, de una manera tranquila, del motivo del conflicto. Ésta, sin duda, será la mejor manera de resolverlo. Para hacerlo deberá evitarse la tentación de personalizar las culpas y de incurrir en agravios. El compromiso fructífero y duradero nacerá del punto medio. Ahí, donde está la virtud, está también la llave de la felicidad para toda pareja. Buscarlo debería convertirse en el objetivo inolvidable y vital de todas ellas.