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tantra

Respiración y tantra

En el Tantra, la respiración es considerada como la herramienta más poderosa en nuestras manos para iniciar nuestra transformación. A una mejor respiración, una mejor capacidad sensitiva. Una respiración relajada y profunda permite que la persona se desactive de las preocupaciones y del estrés del día a día, llenándose, al mismo tiempo, de vitalidad.

Vista y tantra

La vista es, de todos los sentidos, el más complejo de todos. Él es el que nos proporciona mayor información sobre el mundo que nos rodea. El Tantra se centra en el aspecto psicológico del acto de ver así como en las posibilidades de evocación erótica que aporta.

El sexo virtual

Cuando se trata de sexo e internet se habla demasiado de adicción sexual, de traiciones, de engaños, de problemas que acaban afectando a la pareja. Eso hace que muchas personas se alejen de una experiencia que, siendo muy excitante, puede influir directa y positivamente en la sexualidad de la pareja. Si de verdad ahondáramos en lo que habitualmente suele suponer este tipo de contactos, comprobaríamos cómo las buenas experiencias sobrepasan a las malas.

El sonido en el Tantra

El Tantra presta atención por igual a todos y cada uno de nuestros sentidos para que todos los elementos de nuestra vida se encuentren en perfecto equilibrio. Una parte importante de ese viaje hacia el equilibrio que nos propone el Tantra es conseguir sintonizar con las sutilezas del sonido. Piensa que un susurro junto a la oreja, una voz atractiva o un fragmento de música pueden convertirse en potentes afrodisíacos.

Caricia y Tantra

El tacto es el sentido directamente conectado con el chakra cardíaco. Por eso el sentido del tacto es, en el Tantra, fundamental. Una caricia nos aporta no sólo bienestar para el cuerpo, sino también una especial sensación anímica. La caricia, también, es un instrumento perfecto para aumentar la sensación de excitación y deseo. Cuando uno siente una caricia, ¿cómo no esperar algo más? Los seres humanos anhelan tocar y ser tocados.

Tantra y gusto

La comida y la bebida pueden proporcionar algunos de los más grandes placeres sensoriales, pero pocos de nosotros acostumbra a tomarse el tiempo necesario para disfrutar de lo que comemos. El Tantra te invita a saborear cada bocado. No se trata de engullir, se trata de saborear y de ir aprendiendo a incorporar el sabor a las diferentes facetas de tu vida, incluyendo la meditación con tu pareja.

Tantra y olfato

Todos y cada uno de tus sentidos pueden actuar como puertas de entrada a un estado ampliado de conciencia, pero, seguramente, el más evocador de todos tus sentidos sea el sentido del olfato. Un olor puede transportar tu mente a un lugar diferente y a un nuevo estado de conciencia. El Tantra aprovecha esa cualidad evocadora y sugerente del olfato para sus fines.

El juego y la risa

No desprecies nunca el poder de la risa y el juego. ¿Quién te asegura que no puedes encender, gracias al juego compartido con tu pareja, esa llama del deseo que el tiempo se ha encargado de hacer más pequeña? El Tantra es profundo y transformador, sí; pero no tiene porqué resultar algo serio o aburrido.

Baile y Tantra

Todos podemos bailar. No importa nuestra edad. La música está ahí, esperándonos, dispuesta a hacer que nuestros cuerpos se muevan. El baile despierta los chakras, hace que se activen y te hace sentir vivo. Un baile sensual, no hace falta decirlo, enriquece nuestra sensualidad.

El orgasmo masculino y su control

Hay una diferencia fundamental entre el orgasmo en el hombre y el orgasmo en la mujer. La mujer acostumbra a necesitar un poquito más que el hombre para conectarse a su potencia orgásmica. El hombre, por su parte, necesita ser capaz de controlar su impulso orgásmico.